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[Hong kong]

— Necesito que me traigas todos los expedientes y la información de cada uno de los involucrados. — Le pidió a su secretaria en un tono no muy amable. Ella se quedó en su lugar pensando que su jefe le diría algo más. — ¿A caso no escuchaste lo que te pedí? Muévete. — Levantó la voz y la miró molesto.  La chica salió lo más rápido de la oficina de su jefe o mejor dicho del hijo de su jefe.

Wong Yukhei es el hijo y heredero de uno de los abogados más importantes de Hong kong.

Siguió los pasos de su padre, así que ahora es el abogado mas jóven del bufete así como también el mas odiado.

A pesar de su edad tan joven, cualquiera pensaría que es un abogado dulce y comprensivo pero no, es todo lo contrario.

Lleva trabajando un año en el bufete y ha ganado cada uno de los juicios que ha tenido. Con sólo veinticuatro años, ha llevado su carrera de manera exitosa.

— Hey, hombre, podrías ser un poco más amable con Yuqi. — Escuchó la voz de su mejor amigo, entrando a su oficina. — Tienes suerte de que ella tenga la suficiente paciencia para no tirarte todo los papeles a la cabeza.

— Ella está aquí para cumplir las órdenes que se le da, no para estar sentada como una inutil. —

Yukhei tenía una extraña forma de ser, pero no es justificación para su trato a los demás trabajadores. Especialmente a la chica que es su secretaria.

— Bájale un cambio a tu mal humor de hoy ¿Quieres?. Yo no soy Yuqi, yo si voy a mandarte por un tubo. — Jun tomó asiento en la silla al otro lado del escritorio de su amigo. — ¿Qué es lo que te sucede? Estás más insoportable de lo normal.

— Solo estoy estresado, no es cosa del otro mundo. — Dijo restándole importancia.

— Yukhei déjame decirte que en tu caso si es cosa del otro mundo, porque te pones de un humor que ni tú mismo te aguantas.

— Si viniste a quejarte de mi mal humor sabes qué, ahí tienes la puerta, te invito a que te retires.

— No vine solo a quejarme de tu mal humor. Vine a decirtealgo que tal vez te ponga de buenas

— Dímelo, es la única forma de creerte.

— Wong Qian está en la oficina de tu padre.

— ¡¿WONG QIAN?!. — Preguntó exaltado y dejando de lado todo lo que estaba haciendo. — Lo siento, ¿Wong Qian? ¿Qué hace aquí?. — Preguntó en un susurro una vez que se calmó.

— ¿Y me lo preguntas a mi?. Yo solo vine a decirte que tú hermana está aquí a penas la reconocí. Me siento como una vieja chismosa.

En ese momento un toque en la puerta detuvo la conversación de ambos chicos.

— ¿Se puede?. — Una mujer que a penas llegaba a los treinta y cinco hizo acto de presencia en esa oficina.

— ¿Qué haces aqui? Viniste sin avisar. — Yukhei se puso de pie para acercarme a su hermana.

— Pareciera que me estás reprochando. Primero salúdame, niño malcriado. — Ella abrió sus brazos esperando que su hermano se acercara.

— Lo siento. — Dijo con una sonrisa y la abrazó

Wong Qian era de las pocas personas que Yukhei abrazaba, por no decir la única.

— ¿Cómo has estado, cuando llegaste? ¿La pequeña?. — Yukhei hizo muchas preguntas en pocos segundos.

— Llegamos ayer por la noche. Papá fue por nosotras al aeropuerto y nos llevó al departamento que compré unos meses atrás.

— ¿Por qué no me hablaste a mi? Por lo general papá se duerme temprano.

The Heirs ⭐NCT⭐ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora