The Heirs ⭐NCT⭐

58❄️

— ¡Maldita sea. Si, te quiero y mucho! — Gritó enojado y con sus mejillas sonrojadas.

❄️❄️❄️❄️❄️❄️❄️❄️❄️❄️

— ¡Sicheng! — Gritó Renjun a penas vio a su hermano, en el aeropuerto.

— ¿Cómo estás? — El mayor acarició los cabellos de su hermano.

— Yo bien. Gracias al cielo papá ha estado tranquilo y Cheng Xia dió a luz tres meses luego de que te viniste aquí. Nuestra hermianita se llama Dong LiXiao. — Sicheng escuchaba lo que su hermano le contaba.

— ¿Has hablado con Kun? — Podía haber terminado no muy bien con el mayor pero eso no impedía que su hermano siguiera en comunicación con él.

— Iba a mudarse a Corea en unos meses. Su novio estudia allí. — Sicheng no dijo nada más, solo sonrió.  — ¿Y Yuta?

— Tenía asuntos que atender en la fábrica. — Miró hacia otro lado a la vez que le respondía a su hermano.

(~)

Se quedó inmóvil cuando sintió los labios de Yuta sobre los suyos. Esa acción le quitó la función de reaccionar.

El mayor se alejó de él y lo observó sin decir nada. Sicheng seguía sin reaccionar.

— ¿Sicheng? — Yuta lo llamó pero nada. — Sicheng. — fue cuando sintió la mano del mayor sobre su barzo que al fin reaccionó.

— Mañana debo ir por mi hermano al aeropuerto. Iré a dormir. Nos vemos Yuta. — Dijo casi como un robot y se alejó.

Yuta se quedó en su lugar, pensando en lo había hecho y arrepintiendose por eso.

— Eres un idiota, Nakamoto Yuta. — Se golpeó la cabeza con la palma de su mano.

Ya en su cuarto, Sicheng reaccionó del todo. Sus dedos viajaron a sus labios y el calor a sus mejillas.

— Eres un idiota, Dong Sicheng.

Se sentían idiotas, pero de distintas formas.

(~)

Ese día no condujo él mismo, se sentía un poco distraído como para hacerlo, así que le pidió a uno de los empleado que lo lleve al aeropuerto para buscar a su hermano.

— Estás extraño, ¿Pasó algo? — Le preguntó Renjun al verlo tan perdido en sus pensamientos mientras miraba la ventana sin realmente hacerlo.

— No, no pasó nada importante. Simplemente cosas de la universidad y el asunto de la adopción de los gemelos.

— Entonces era cierto.

— ¿El qué?

— Que Yuta y tú van a adoptar. Escuché a papá muy enojado con eso.

— Apuesto a que la madre de Yuta se lo dijo. — Sicheng puso sus ojos en blanco.

Tanto la madre de Yuta como su padre tenían la idea de que ellos donarán sus espermas para así tener herederos de su sangre. Pero no salió como lo tenían pensado ellos y eso los molestaba demasiado.

— Créeme me importa muy poco su opinión. Es nuestra vida y nuestra decisión.

Renjun se le quedó mirando en silencio como si lo analizara y eso lo estaba poniendo nervioso. Por lo general el menor hacia eso cuando tenía alguna sospecha.