Trust me (Larry Mpreg)

18

Al día siguiente Louis despertó entre los brazo de su novio. Se quedó observándolo le beso los labios y se separó lentamente para vestirse.

Cuando estaba por irse Harry se removió en la cama y Louis sonrió casi de manera inconsciente. Se acercó y se acomodó de cuclillas a su lado.

-Lou.- Lo llamo Harry.

-Acá.- Le dio un pico.- Me tengo que ir, si no tenes mucho laburo almorzamos algo juntos.-

-Si porfa.- Pidió y Louis rio.

-Chau.- Le dio un beso más largo.- Te quiero.- Harry lo miro a los ojos.

-Yo también te quiero.- Volvió a unir sus labios.

Después de unos besos más Louis salió de la habitación de Harry y se dirigió a la casa en la que vivian su papa y su novia. El trayecto no fue muy largo, pero fue lo suficiente para que sus nervios incrementen. Le contó a Lottie lo que haría y esta le deseo mucha suerte y le dijo que le avise todo lo que pasara.

Cuando llego a la casa suspiro y toco el timbre. Momentos después una mujer de unos 50 años abrió la puerta con una sonrisa que Louis sabia era falsa.

-Hola Louis.- Saludo con un entusiasmo fingido.- ¿Cómo estás?-

-Hola Bea, bien gracias.- Respondió cortante.- ¿Mi papa?-

-En su oficina, pasa tranquilo.- Louis asintió.

-Gracias.- Contesto y se encamino a la habitación que su padre ocupaba como oficina.

Entro sin golpear y se encontró a su papa firmando un documento muy concentrado.

-Louis hola.- Hablo sonriendo.

-Hola.- Respondió imitando la sonrisa pero algo tenso.

-¿Qué te trae por acá? No venís nunca a verme.-

-Tenemos que hablar, te quiero contar algo.-

-Bueno sentate, ponete cómodo.- Louis asintió y se sentó en la silla frente a el.- No me digas que hay una chica dando vueltas.- Agrego entusiasmado.

-Algo así, si.-

-¿Y quién es la afortunada?.-

-Eh no, no vendría a ser afortunada, es afortunado en todo caso. Es un chico.- Contesto simple.

-¿Un chico? ¿Estás en pareja con un chico? ¿Sos gay?- Escupió el hombre.

-Sí, no lo digas como algo despectivo porque no lo es. Es amor, yo lo quiero y él me quiere.-

-Deja de decir pelotudeces Louis.- Lo interrumpió el hombre alzando su vos.- No es amor, es enfermo, está mal, no podes estar con un hombre, yo no te eduque así.-

-Vos ni siquiera intentaste educarme, nunca estuviste para mí, nunca.- Sus ojos se llenaban de lágrimas.

-No seas maricon, no llores. Sos una vergüenza, debería darte vergüenza esto.-

-Lo que menos me da es vergüenza, yo a Harry lo quiero y lo voy a querer siempre. Te lo vine a contar para sacarme un peso de encima, no esperaba que me apoyes porque eso no lo hiciste nunca. El que da vergüenza acá sos vos, vos que no sabes una mierda de nada, no sabes lo que es querer a alguien, ni siquiera a tus propios hijos.-

-Vas a dejarlo.- Dijo el mayor.

-¿Qué?-

-Al enfermo ese, vas a dejarlo.-

-Hace mucho perdiste el poder de decirme que hacer.- Respondió Louis con altura.

-Lo dejas o te corto todas las cuentas. Te corto todo, te dejo sin nada y te quedas en la calle cagandote de hambre.-

-¿Estás hablando enserio? ¿Harías eso por el hecho de estar con una persona que quiero?-

-Si. Aléjate de él o quédate en la calle. Vos decidís.- Louis suspiro y miro a su padre.

Pensó en Harry, realmente pensó en él. Pero también pensó en que si su padre lo dejaba sin dinero él no tendría absolutamente nada, nada. Y no quería que su novio lo mantenga.
Largo un suspiro pesado y dio su respuesta. Su padre asintió y el salió de aquella casa, con ojos llorosos, esperando que su decisión sea la correcta. Lloro, lloro hasta que llego al hotel de Harry. Tenía que contarle su decisión y sentía mucha vergüenza.