Trust me (Larry Mpreg)

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Los dos días pasaron tan rápido que cuando quisieron darse cuenta estaban cruzando el portal de su casa. Louis se aseguraba a cada momento que Harry este bien, ayudándolo para absolutamente todo.
Harry se dejó caer en el sillón insistiendo en que estaba bien y que solo quería acurrucarse en la comodidad de su casa junto a su novio. Louis bufo y se quejó pero termino aceptando y ahora estaban en el sillón dejándose llevar por las caricias y la calidez de sus cuerpos.

-Tenemos que pensar un nombre amor.- Hablo Harry acomodándose en el pecho de Louis.

-Si es verdad.- Contesto acariciando la mejilla contraria con su nariz.- Por favor no quiero un nombre normal como Valentina o Martina.- Agrego y Harry rio.

-No yo tampoco, busquemos uno original.- Louis asintió.- ¿Tenes alguno en mente?-

-La verdad que no, para mi es mi beba y de ahí no pase.- Harry volvió a reír.- ¿Vos pensaste alguno?-

-Emm si.- Dijo el mayor tímido.

-¿Cuál te gusta?-

-Ingrid.- Contesto Harry y Louis largo una carcajada.

-Amor no, por favor no.- Decía entre risas y Harry se irguió serio.

-¿No te gusta?- Louis negó con una sonrisa.- Mejor a mí tampoco.- Soltó y Louis volvió a reír a carcajadas.

-Sos un tarado.- Dijo el ojiazul cuando la risa había cesado.- Decime enserio ¿Cuál te gusto?-

-No sé, vamos a dejarlas con la intriga.- Dijo Harry y Louis alzo una ceja.

-¿Eh? ¿A quién?- Pregunto y esta vez Harry rio.

-Nada nada.- Contesto y le dio un besito.- Me gusta.- Iba a seguir hablando pero el sonido de su teléfono lo interrumpió.

Se separó un poco y alcanzo el celular en la mesita. Miro el mensaje y miro a su novio.

-Gemma dice si mañana estamos para comer algo.-

-Mmm ¿Vos decís de salir? Recién hoy te dieron el alta.- Dijo con un puchero.- Que venga acá a comer si quiere.- Harry rodo los ojos pero asintió y volvió a acomodar su espalda en el pecho de Louis para seguir hablando con su hermana.

Louis mientras le besaba el cuello y las mejillas y acariciaba su vientre. Miraba a su novio en sus brazos y no podía creer todo lo que habían logrado, estaban juntos, los tres como una familia, en su propia casa. Estaban bien, y eso era todo lo que Louis necesitaba para seguir respirando.