El trol nos vertió el aceite sin compasión. Para nuestra desgracia el bidón contaba con muchos litros, el líquido de motor se derramaba por mi cuerpo, traté de contener la respiración, pero necesitaba aire y antes de poder evitarlo estaba ingiriendo aceite. Te aconsejo nunca tragar un poco de combustible, aunque de todos modos no lo tendrías mucho tiempo en tu estómago y yo no lo tuve. Dante fue el primero en vomitar.
Si se enteraba su madre que arrastré a su hijo hasta esa situación le daría consejos de receta al jotun para que acabara con nosotros. En ese momento me di cuenta que le tenía más miedo a la madre de Dante que al transversus.
De repente sentí que los nudos comenzaban a aflojarse o éramos nosotros que estábamos más resbaladizos.
—Muy... bien —exclamó Sobe entre jadeos, su piel se veía oscura y perlada, tosía ante cada palabra y su voz se oía como si hubiera tragado cristales—. Ahora una última cosa. Más fuego, quiero mucho vapor ¡Quiero fuego! —rugió sin paciencia.
El monstro asintió de mala gana y se fue en busca de más leña, muchos metros en la distancia. Sentía mi cuerpo desprendiéndose de las cuerdas como un escupitajo estirándose para la caída, sé que suena asqueroso, pero así se sintió. Sobe estaba forcejeando y se retorcía para escapar, Dante parecía inconsciente o tal vez estaba tratando de escapar a su rincón de paz. O de enserio se había desmayado del pánico.
Estiré un brazo, rodeé su cintura escuálida y huesuda y súbitamente me encontré cayendo. Fue un instante en donde el calor se intensificó y donde sentí que el corazón me iba a explotar.
Estiré mi brazo hacia una de las vigas del techo, accioné el botón que liberaba el gancho del arma de La Sociedad o como la llamaba Sobe: Escalator. El gancho logró adherirse como una ventosa en el techo. Agradecí tener atada con cinta adhesiva y cuerda el arma porque de otro modo la fuerza del impulso me hubiera hecho soltarla. La soga que se disparó era elástica y oscura por eso en lugar de colgar como un llavero la inercia nos hizo ascender y nos aferramos a unas de las vigas. Era como practicar puénting, pero con agua hirviendo debajo.
La viga era lo suficientemente ancha como para que podemos abrazarla y no caer. Dante puso los ojos en blanco, estaba lívido y parecía a punto de desmallarse, pero continuaba consiente. Me alegraba que estuviera conmigo, porque cuando colgamos, por un instante, sentí que su cadera se resbalaba de mi brazo.
—Creo que voy a vomitar —susurró.
—Vamos amigo, mantenlo dentro.
La luz del fuego debajo emitía un resplandor rojizo y enfermizo.
—No puedo —Se quejó y golpeó la biga con el mentón cerrando fuertemente los ojos—. Algo quiere salir de mi cuerpo y creo que le importará poco por qué orificio.
—Puaj, diablos, Dan, aguanta, saldremos de aquí —No sin antes encontrar la cura, completé en mi mente.
Si había algo peor que huir, era huir con Dante trasbocando de forma heroica.
Traté de ver alrededor. Todo estaba muy oscuro. Nuestra piel lubricada en aceite resplandecía opacamente como plata pulida, Dan se veía como un indio enlodado y herido en combate que en lugar de desangrarse hasta desfallecer vomitaría hasta que desees tu propia muerte. Todavía nos hallábamos sobre el brasero porque la columna de vapor serpenteaba hacia nosotros y se arremolinaba como si deseara ahumar nuestra carne.
Tomé aire y observé cómo el trol buscaba leña en todas las porquerías que tenía acumuladas. Traté de encontrar a Sobe en alguna sección del techo pero no lo vi por ninguna parte. El monstruo había hallado un saco de carbón, tenía que moverme o nos descubriría. Tuve que reprimir un grito de frustración. Yo era el que más cerca de la pasarela se encontraba así que comencé a reptar hacia el extremo de la biga que conectaba con el suelo de una pasarela bloqueada. Parecía que estaba tratando de bailar como un gusano, pero en realidad me arrastraba por mi vida.
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Los miedos incurables de Jonás Brown [3]
FantasyTras un año desde su visita a Babilon, Jonás continúa buscando la persona que, según el sanctus, lo llevará a sus hermanos: Dracma Malgor. Luego de descubrir que Dracma estará en el Concilio del Equinoccio, una reunión donde se congregan los maest...