Noah se marcha tras un rato más en mi habitación. Al bajar al salón para despedirme de él, Finn y Joan se nos quedan mirando con interés, aunque no dicen nada. Noah esquiva torpemente las plantas de la entrada y se pierde por la carretera, antes dirigiendo un saludo breve con la mano hacia mí. Creo que esa mano todavía le temblaba. Cierro la puerta y giro sobre mis talones para encontrarme con estos dos personajes.
—Creo que se acabaron tus posibilidades, Joan —habla Finn, en tono burlón, refiriéndose a Noah. Joan no reacciona ante el comentario, solo lo ignora como buenamente puede, y yo me vuelvo a mi cuarto.
Me estiro en la cama y entro en Instagram. El mensaje que le envié a Theo sigue en el mismo sitio y de la misma forma. No aparece como leído, no hay respuesta y su cuenta se mantiene sin actividad. Está pasando de mí o está pasando de Instagram. Suspiro. Un suspiro largo y decisivo. Tengo que dejar de pensar en el vecino pelirrojo. Se ha ido. Se ha acabado. Se ha terminado lo que ni llegó a empezar. Debo asumirlo de una vez y centrarme en el presente. Noah, el skater alto y flacucho de pelo oscuro y largo. Es mono. No parece el típico chico que te va a romper el corazón, aunque nunca se sabe. A veces dan sorpresas. Parece demasiado inocente. Le cuesta soltarse y abandonar esa rigidez característica de su cuerpo. Tengo mucho trabajo por hacer con este chico.
Por la tarde me dedico a aprenderme el papel de la obra y a hacer fotocopias de apuntes para los nuevos encargos. Por la noche, después de ducharme, permanezco un rato en la ventana hasta que escucho pasos. Ahí está Louis. Se marcha a alguna parte, como suele hacer. Cuando ya no distingo su silueta, me aparto de la ventana y me meto en la cama. A veces me he planteado seguirle para descubrir lo que hace, pero me da miedo salir sola a esta hora. Igual que yo estaría siguiéndole a él, alguien podría estar siguiéndome a mí.
***
Un día más en el instituto es un día menos. Es mi último año en este edificio, teniendo esta vida, estos compañeros y estos profesores... y tengo muchísimas ganas de marcharme. La gente ya empieza a hablar de la graduación y supongo que en breve comenzarán los preparativos.
—¿Ya estás saliendo con él? —me pregunta Anais, después de que les haya contado lo de ayer con Noah.
—No te pases —niego—. Estamos en fase de conocernos.
Todavía no sé si me gusta Noah como para "salir". Para algo existe esa fase, para averiguarlo.
—Vaya escote el tuyo —comento, hacia Loren, que ha traído una blusa con escote en pico. Es imposible apartar la mirada de sus tetas con ese corte. Se ve espectacular y se lo hago saber con un movimiento de cejas.
—¿Te gusta? —Saca pecho más todavía—. Tengo que lucir los atributos con los que fui bendecida.
Anais y yo sonreímos, dirigiéndonos al baño de las chicas.
—Presumo de tetas porque el culo nadie puede vérmelo aquí sentada.
Me rio por su comentario y las tres frenamos de golpe porque una chica sale del baño. La sonrisa se desvanece de mi cara cuando la identifico como Daniela, la de la otra clase. Anais, cuando se da cuenta, se queda rígida. Sus ojos tratan de no mostrar expresión alguna, pero tanto Loren como yo sabemos que todo en su interior debe estar ardiendo.
—Gracias —murmura la chica porque le dejamos pasar.
Su melena castaña oscura y brillante se reconoce a kilómetros. El pelo más sano que he visto en mi vida. Lo lleva corto, a la altura del cuello, y se mueve con gracia cuando camina. Es una chica considerablemente alta, con el pelo considerablemente corto y con los brazos llenos de tatuajes. Lleva tatuados pequeños dibujos aleatorios, todos con tinta negra, y solo por sus brazos.
Daniela pasa bastante cerca de Anais, porque no le queda más remedio, y sigue de largo por el pasillo. Entonces entramos nosotras, en silencio, esperando a que Anais diga algo.
ESTÁS LEYENDO
Llámame Kay
FanfictionNadie es algo al cien por cien. Nadie es malo al cien por cien, ni mucho menos bueno. Kayla Anderson parece poner en duda esa afirmación. Es sociable, inteligente, optimista, enérgica, lanzada... Siempre sonriente, siempre dispuesta a ayudar, siemp...