Una silueta oscura se va haciendo visible a medida que da pasos hacia nosotros. Louis me aprieta con fuerza, como si de esa forma pudiera protegernos de algo, y yo aguanto la respiración. Es una persona. Ningún animal salvaje nos va a utilizar como cena. En lugar de eso, alguien nos ha descubierto y nos vamos a meter en un lío por estar aquí fuera.
La silueta va adquiriendo forma y, entonces, le reconozco. Hombros anchos y onditas en el pelo.
—¿Se puede saber qué estáis haciendo aquí? —Nos enfoca con la linterna de un móvil.
El agarre de Louis se afloja, aunque sigue sin soltarme del todo.
—Tomar el aire —respondo, con diversión, aunque sé que esto no tiene nada de divertido.
—Dentro —ordena Marc con mucha seriedad—. Ahora mismo.
Miro de reojo a Louis y aprecio su sonrisilla traviesa. Sé lo que está pensando: tuvo que pillarnos Marc, justamente.
—No estábamos haciendo nada —le explico, haciéndome la niña buena, mientras recogemos nuestro pequeño picnic nocturno.
—Hablamos dentro —espeta él, y me impresiona verlo tan molesto. En clase nunca se pone de esta forma.
Empezamos a andar, delante de él para que pueda vernos bien. Regresamos al interior y nos obliga a parar junto a la recepción. Ese puesto sigue vacío. Me pregunto qué nivel seguridad tendrán las llaves de las habitaciones...
—Las normas fueron bastante claras —empieza a hablar, mirando sobre todo a Louis—. A partir de las diez nadie puede salir.
No me mira porque es un cobarde. Tiene miedo de que sus ojos le delaten.
—No hacíamos nada malo —se defiende Louis, con bastante tranquilidad—. Lo has visto... Ni tabaco, ni drogas, ni alcohol, ni sexo...
—Solo unos Cheetos —le apoyo, sonriendo con inocencia. También sonrío porque lleva un pijama puesto y la imagen me choca. Sus pantalones largos de cuadros son demasiado tentadores. Me dan ganas de estirar la mano y agarrarle el paquete.
No puedo evitar pensar así. No es mi culpa. Es su culpa por haberme invitado a su casa y haberme hecho tantas cosas.
—No se puede salir del edificio. Eso es un bosque, por si no os habíais dado cuenta. Ahí fuera no hay seguridad. Es de noche y estáis solos.
—¿Nos vas a castigar? —pregunto, incrédula.
—Habrá consecuencias —sentencia, y sabemos que es su última palabra. Con una mirada nos ordena volver a la habitación.
No pienso irme así. Louis empieza a andar, con la manta y la comida, y yo le hago un gesto para que no me espere. Marc se dirige en dirección contraria hacia otro pasillo, así que le sigo.
—Kay, vete a dormir —me pide, sin darse la vuelta siquiera.
Le alcanzo, ignorando sus palabras, y me coloco a su lado.
—¿Cómo nos viste?
—Kay... —insiste, con los dientes apretados. Frena en seco y se encara conmigo.
Muchas imágenes acuden a mi mente. Cómo me tocaba, cómo me besaba, cómo gemía y decía mi nombre... Pura fantasía. Lo volvería a hacer tantas veces si pudiera.
—Podríamos haber estado emborrachándonos o drogándonos al lado de un puto árbol —reclamo, empezando a alterarme también—. ¿Sabes qué? Podríamos haber estado follando borrachos y colocados ahí fuera, cosas que suelen hacer las personas de nuestra edad... Y solo estábamos hablando y comiendo, tranquilamente, sin hacer ninguna locura. No hacíamos nada malo.
![](https://img.wattpad.com/cover/234674650-288-k70550.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Llámame Kay
FanfictionNadie es algo al cien por cien. Nadie es malo al cien por cien, ni mucho menos bueno. Kayla Anderson parece poner en duda esa afirmación. Es sociable, inteligente, optimista, enérgica, lanzada... Siempre sonriente, siempre dispuesta a ayudar, siemp...