Llámame Kay

39. Boyfriend

El patio de Anais parece otro. Nos hemos encargado de la decoración con muchas luces de colores, de preparar la comida y la bebida, de organizar los juegos y de tener todas las colchonetas y pelotas infladas. Cuando está todo listo alrededor de la piscina, grabo un vídeo tour y lo publico en Instagram. Loren hace lo mismo.

—Oye —habla la rubia—. ¿Y tu hermano? Hace días que no sube un vídeo.

—Está castigado —contesto y dejo el móvil sobre la mesa—. Castigado una semana sin Tiktok.

—¿Y cómo lo lleva?

—Necesitará un psicólogo después de esto. —Me siento en una silla—. Es duro para él.

Ya ha anochecido y la gente empieza a llegar. El timbre va sonando sin parar y Anais se encarga de ir recibiendo a los invitados. Somos los de siempre, pero en una fiesta mejorada. Bueno, no somos todos los de siempre... Una oleada de alivio me recorre el cuerpo al ver aparecer a Daniela. Se acerca a los demás, sonriente, y me guiña un ojo. Anais, desde la puerta de cristal, me lanza una mirada de desconcierto.

—Te quiero —susurro, vocalizando para que lea mis labios.

Ella cambia la expresión. Estoy segura de que sería capaz de asesinarme ahora mismo. Me preparo una bebida para disimular y corto el contacto visual con ella. Le estoy haciendo un favor... ¡Daniela en una de sus fiestas en la piscina! Es su oportunidad perfecta. Ya me lo agradecerá luego.

La música suena, Louis llega con su amigo Yael y se unen al grupito de los chicos. La gente empieza a comer y a beber, pero antes de nada comenzamos con el primer juego de la noche. Anais se encarga de rebuscar en un cuenco papelitos con nuestros nombres para formar parejas al azar. Las parejas que vayan saliendo tendrán que atarse las manos con unas bridas de colores muy monas que compramos y permanecer así durante la primera hora.

—Espero que no me entren ganas de ir al baño... —comenta Dennis y los demás ríen.

Noto la tensión cuando los dedos de Anais comienzan a tocar los papeles. Podría salir cualquier cosa, demasiadas combinaciones posibles. ¿Y si Daniela va con Anais? ¿Y si Loren va con Dennis? ¿Y si yo voy con Louis? ¿Qué probabilidades hay de que salga alguna de esas combinaciones teniendo en cuenta los que somos?

—Yael... —Anais recita el primer nombre—. Y... ¡yo!

¡NOOOOOOO! ¡Anais y Yael! ¿Por quéeeeeeeee? Anais parece contenta, claramente. Que le tocara con Daniela habría sido sinónimo de infarto de seguro. Loren se encarga de colocarles la primera brida. Juntos durante una hora. Bien.

—Dennis... y... —continúa Anais, radiante, con su bikini de rayas—. ¡Evelyn!

NOOOOOOO... La amiga de canto de Loren. A Loren no le toca con su chico sino que encima su amiga ocupa su lugar. Dennis, con esos pantaloncitos cortos apretados, no parece afectado negativamente. Siempre sonriendo, siempre amable. Puag. Dennis es empalagosamente correcto.

Les coloco la segunda brida y continuamos. Me estoy poniendo nerviosa, lo admito. Loren evita mi mirada con decepción por la pareja de Dennis y Louis a veces me mira de reojo. Sé lo que piensa. Piensa lo mismo que yo: hay probabilidades de que estemos juntos. Una hora esposados en una fiesta en la piscina. El pensamiento me pone cachonda y no pienso negarlo.

—Kay...

Cuando escucho la voz de Anais, trago saliva y me mantengo expectante.

—...y... —Anais desdobla el segundo papel—. ¡Loren!

Se me desinfla el cuerpo de alivio y decepción al mismo tiempo. Quería estar con Louis y a la vez no. Qué complicada es mi mente. Al menos estoy con Loren. Nos haremos compañía mutuamente. Anais viene a colocarnos la brida y continúa con la siguiente pareja. Todavía quedan unos cuantos, pero a mí solo me interesa Louis. Sus ojos chocan con los míos por un segundo y me dedica una sonrisita traviesa.