La mañana no ha podido empezar peor. Aunque ninguno de los dos trabaja hoy, la luz que se filtra por la ventana hace que me duela la cabeza horrores. Me siento en la cama y veo como Álvaro no está a mi lado. Le oigo trastear en la cocina y huelo a café y a pan tostado. Lo siguiente que oigo es el timbre de la puerta y una voz conocida que saluda a Álvaro cuando abre.
- ¡Hola!
- ¿Qué haces aquí, Quique?-Encontrarme sin pantalones en la cama de Álvaro no es algo que vaya a agradar a Quique, así que no muevo ni un músculo y espero que desde fuera de la habitación no se oiga mi corazón a mil por hora.
- Necesito algunas cosas que me dejé- responde Quique.
-Deberías haber llamado antes y te las habría hecho llegar por paquetería.
-Por Dios, Álvaro, que no somos dos desconocidos. Creo que podemos vernos sin tener que aparentar indiferencia o desidia.
- No es indiferencia, es educación. Si no llamas antes de venir quizá no te guste lo que te encuentres cuando llegues-"¿Pero quién es este Álvaro tan frío y calculador y por qué está jugando con fuego?" me preguntaba yo.
- ¿Qué quieres decir, te pillo en un mal momento?- oigo decir a Quique.
- Malo no, sólo que no estoy solo.
- ...
- Hay una persona en el dormitorio, aún sigue dormido y no quiero despertarle todavía. Será mejor que vuelvas otro día avisándome con antelación, ¿vale?.Tocado y hundido. Quique no responde nada, pero le oigo marcharse, y después un gritito de triunfo de Álvaro.
Aprovecho para salir a desayunar. Me quedo en el quicio de la puerta, aún sin pantalones y con los brazos cruzados en el pecho. Ladeo la cara y le sonrió. Sé que tengo una sonrisa bonita, siempre ha sido mi punto fuerte, así que lo exprimo al máximo en estos momentos.
Álvaro se gira, me mira se arriba a abajo y me devuelve la sonrisa. Desde luego está de mucho mejor humor que anoche. Y por algún acuerdo no verbal ninguno de los dos nombra lo sucedido la noche anterior. Simplemente desayunamos alegremente mientras que ultimamos nuestro viaje.
Hemos acordado que para la el 1 de abril hago mi especie de mudanza, coincidiendo con el inicio del mes será más creíble para mi familia la pantomima de mi independencia. Y para el día siguiente tenemos nuestro tren a Madrid temprano y el vuelo a Bangkok esa tarde-noche. Son más de 19 horas de vuelo con una escala entre medias, así que viajar de noche ayudará a ir durmiendo gran parte del trayecto.
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Valentín
RomanceValentín pasa de la treintena cuando sus padres deciden que se marche de casa. Su hermana quiere buscarle novio y su mejor amigo acaba de romper con su pareja. Para él, un viaje inesperado le llevará a romper sus propios prejuicios y abrir su corazó...