99. Love is in the air

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Esa tarde de playa estuvo cargada de risas, de emociones y miradas. "Love is in the air" [1].

Pero otra sorpresa esperaba al grupo de amigos.

- ¡Qué pena que Val no esté aquí!- comentaba en un momento de camaradería Andrés.

- Ya, ¡eh! - confirmaba Marc - ¿Qué se le habrá perdido en Tailandia para querer ir otra vez allí?.

- No sé... Tú sabrás mejor, Álvaro - dice Joan. Y se giran todos a mirarle.

Álvaro no está seguro de contarles toda la historia, pero Valentín volverá a España esa noche, así que piensa que no está de más explicarles a grosso modo algunos detalles irrelevante.

- Bueno, a ver - comienza la historia - Cuando Val y yo viajamos el año pasado a Tailandia conocimos allí a una persona. Ahora Val ha vuelto a buscarla.

- ¡¿Estás de coña?! - le recrimina Joan - Si vas a marujear hazlo bien y cuéntanoslo entero. ¿Es una tía o un tío? - pregunta levantando una ceja.

¡Qué difícil le resulta contestar a eso a Álvaro!. Khalan ha sido un poco de todo. Pero como Valentín se lo va a presentar a los demás pronto...

- Su nombre es Khalan y obviamente es de Tailandia. Tiene 22... 23 años ya y es un chico un tanto andrógino - intenta resumir aclarando conceptos.

- Eso le importará una mierda a Valentín siendo bi - dice Andrés y se ríen en conjunto - ¿Qué más?, porque si no nos ha hablado de él hasta ahora es que ocurre algo más.

- La historia es complicada y no creo que yo os deba contar todos los detalles. Sólo os diré que no acabaron muy bien la primera vez. Hubo un montón de malentendidos... El primero es que ni siquiera sabíamos que Khalan es mudo.

En este punto de la historia todos estaban esperando el bol de palomitas.

- Al final, como ya sabéis, Val regresó a España y ambos perdieron el contacto. Y si os estáis preguntando porqué ha vuelto a irse, pues queda claro, ¿no?. No ha podido olvidarse de él y se ha marchado en su búsqueda y captura.

- A ver, a ver... Espera - intenta recapitular Joan - ¿Nos estás diciendo que nuestro amigo se quedó tan tocado por otro tío que se montó un restaurante tailandés?... Es más, ¿que lleva todo el puto año aprendiendo el idioma ese tan raro con la señora con la que trabaja por el tal Khalan?

- Ajá.

- Vale, ahora tengo mogollón de ganas de conocer al asiático ese.

Para los amigos de Valentín, que éste se hubiera encandilado de tal forma de una persona era toda una novedad. Y si encima era un oriental exótico que no podía hablar ya era la bomba.

Álvaro imaginaba lo que estaba pasando por la cabeza de todos los presentes y para sus adentros se dijo: "Si os contara que lo secuestró, le usurpó su identidad y se hizo pasar por su novio de toda la vida ya sí que flipais".

- Pues no te preocupes, estoy seguro que a partir de mañana empezará a presentarlo a todos. Porque se lo va a traer a España.

- ¡Ains, cariño! - le dice Alba a Andrés - me encantan tus amigos, ¡el rollo gay es superior!

Y ahí les queda claro a todos que Alba ha pasado página totalmente con el flechazo de Valentín.

...


Con el tailandés sentado en el regazo de Valentín, éste le dice en el oído - Te amo, Khalan. Te amo mucho.

El español espera que gire su rostro para poder besarle, pero Khalan responde poniéndose muy tenso y levantándose de un salto - Te marchas esta noche, es mejor que dejemos las cosas así.

- ¿Qué?- le signa - ¿Cómo hay que dejar las cosas así?

- Pues así, como un bonito recuerdo...

- ...

- Estos días contigo han sido perfectos y maravillosos. Una bonita manera de cerrar nuestra historia, ¿no crees?.

- ¿Cerrar nuestra...?. ¡NO!, no quiero cerrar nuestra historia, quiero continuarla... Quiero - pero no le salen las palabras que busca.- Pensaba que tú también... - Continúa apesadumbrado.

- No hay forma de continuar ésto.

- Sí, sí la hay. Te vienes conmigo a España esta noche, tengo dos billetes comprados.

Valentín fue lo primero que hizo tras esa primera noche de amor, cambiar su hora de partida por una en la que hubiera dos pasajes libres.

- Vente conmigo... por favor - le suplica el hombre occidental.

- No, nada de ésto es real.

Algo dentro de Valentín se rompe. Siente que en su interior se está haciendo pedazos todo su ser. No entiende nada de lo que sucede, no comprende cómo es posible que Khalan no sienta lo mismo que él.

Tiene miedo de preguntar...

- ¿Me... me amas?.

- ...

- No tiene que ser mucho - rompe a llorar - sólo necesito que quieras averiguar hasta dónde podemos llegar juntos. Que mantengas tu corazón abierto para mí. Yo... yo... no podría soportar perderte de nuevo... Por favor, cariño, por favor.

Khalan le está mirando asombrado, no se esperaba esta reacción por parte de Valentín, y no quería hacerle sufrir, pero no podía darle lo que estaba pidiéndole.

- No puedo, realmente no puedo. Lo siento, de verdad.

- No, no, no - le tiemblan las manos intentando alcanzar a esa dulce persona - Ésto no puede estar pasando - dice en español - no puedo...

Khalan intenta que le mire para poder signarle, pero Valentín esconde su rostro entre sus manos y solloza un lamento largo y profundo.

Chasquea los dedos, usando su señal secreta.

- Te quiero, siempre te querré. Eras y serás el hombre más importante de mi vida. Pero te tienes que marchar ya. TIENES QUE SER FELIZ SIN MI - Signa con efusividad.

Valentín solo puede seguir llorando, todo su cuerpo tiembla de pena e impotencia y una idea suicida se le pasa por la cabeza, recordando las palabras de Álvaro: "Pues secuéstrale tú ahora".

Su pecho comienza a respirar agitadamente, y con una mirada inyectada en sangre, piensa en atarle, atarle y llevarle con él a la fuerza. "Te llevaré conmigo como sea".

Pero cuando el asiático le sonríe con esos labios tan cálidos, se derrumba. Como un tsunami Khalan ha arrasado con todo.

Esa noche solamente un hombre montaba en ese el inmenso avión rumbo a Madrid.

Una nota en esa misma cocina decía esta vez; "Te voy a esperar siempre".



[1] Del inglés, el amor está en el aire.

ValentínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora