49. Buenos Aires, inglés, argentino.

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Él me mira, soy consciente de ello. Nunca dice nada. Y obviamente yo tampoco. Pero sé que con cada movimiento que hago él está observándome, tranquilo.

Al principio solo era unas fotos dentro de un vídeo de una aplicación, muy lejos de mí, muy irreal. Luego fue un desconocido, al que podía ver, oír e incluso tocar. Ahora podría ser un amigo, pero no quiero su amistad.

Valentín se está convirtiendo en todo mi mundo. Cada vez que él está serio yo sé que no está enfadado, sino sopesando la situación. Y aunque no podamos hablar, parece que no nos hiciera falta. Pero a veces sí me gustaría poder decirle algo, lo que fuera, que escuchara mi voz, esa que ni yo he escuchado en años.

A veces me ha dicho una frase, que luego intenta ocultar cambiando de dirección, o simplemente bajando el volumen hacia el final. Él me mira y dice "pequeña ardilla", como susurrando para sí mismo. Y yo no tuve más remedio que intentar traducirla. La letra Ñ no la había visto nunca, así que me costó mucho poder transcribir la frase. Él me llama "กระรอกน้อย", las ardillas son pequeños roedores pero es un animal femenino, y he averiguado que en español también. A veces me cuesta entender ciertas traducciones. Nunca me ha visto roer nada, ni trepar árboles, ni tengo el pelo marrón... ¡Los españoles son tan extraños!.

....


Hemos hecho el resto del trayecto tranquilos, no ha habido ningún incidente salvo la copiosa propina que se llevó el hombre de la recepción. Hacia el final del viaje tenemos que dejar el coche y coger una embarcación, pero hasta ese momento no me veo con las manos libres para poder escribir a Wind;

- เราขึ้นเรือแล้ว Valentín ตื่นเต้นกับความคิดที่จะทำความรู้จักกับเกาะ อุทิศตัวเองเพื่อแสดงให้เราเห็นเท่านั้น [1]
- ทำไมคุณบอกฉันว่า [2].
- ฉันไม่ต้องการให้คุณบอกอะไรเขาเกี่ยวกับชีวิตของฉัน เขาไม่รู้อะไรเกี่ยวกับฉันเลย [3]
- เขาเป็นเพื่อนแบบไหนกันนะ [4]
- ฉันจะบอกคุณอย่างใจเย็น แต่คุณไม่ได้พูดอะไร [5]

Cuando veo a Wind en el muelle no puedo evitar tensarme, no quiero que por nada del mundo se dedique a contarle mi pasado a Valentín. Y me da miedo que éste se aproveche para hacerle un interrogatorio en cuanto descubra que Wind habla español.

Aunque la escena de ver cómo Valentín saluda a modo tailandés al único tailandés que realmente podría saludarle de forma occidental podría haber sido hasta entrañable, tengo demasiada ansiedad en mi interior para disfrutarla.

Les oigo hacer las presentaciones en español. Apenas logro diferenciar algunas palabras sencillas que ya he oído en otras ocasiones, "Buenos Aires", "inglés", "argentino". Un sudor frío recorre mi espalda. Wind se gira hacia mí y me pregunta burlonamente "ใช่! เลยไม่ค่อยได้พูด..." [6]. Me dan ganas de matarle.

Todo el camino a casa de Wind se lo pasan charlando animosamente. No me queda más remedio que confiar plenamente en mi Nong.


[1] Hemos subido al barco, Valentín está ilusionado con la idea de conocer la isla. Dedícate únicamente a enseñárnosla.
[2] ¿Por qué me dices eso?
[3] No quiero que le digas nada sobre mi vida. Él no sabe nada de mí.
[4] ¿Qué clase de amigo es él?
[5] Ya te contaré tranquilamente, pero tú no digas nada.
[6] ¡Ah, si! Con que no hablas mucho...


Nota de la autora:
No queda mucho para que se masque la tragedia. Nos va a tocar pasar dos veces por el fatídico accidente. Aviso que no pago terapias.

ValentínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora