Ahora lo tengo para mí. Por unos minutos el egoísmo hace que me deje de importar todo lo demás.
Valentín se encuentra atrapado bajo mi cuerpo, noto su pecho hincharse con cada respiración pero no me permito ser dulce o dar muestras de cariño alguno. Solo le beso desesperadamente. Muerdo su boca alternando cada labio y mi nariz empieza a picar, por lo que sé que estoy llorando. Llorando sobre el hombre que amo como sólo quien ha perdido la cordura por amor puede hacer.
Noto como carga conmigo para depositarme suavemente en su regazo, quiero seguir besándole porque temo no poder hacerlo más, pero también porque no sé cómo hacer frente a su mirada.
Él me besa también. Me llama susurrando mi nombre. Le miro. Al fin.
Me está pidiendo perdón, no entiendo sus palabras pero lo leo en su corazón. Apoyo mi frente en su barbilla. Cada pequeña barrera de mi mundo este farang consigue conquistarla.
(Khalan signando) - Yo también lo siento, Valentín. Debí haberte contado todo antes, debí haber confiado en ti. Tenía miedo, mucho miedo de que no supieras manejarlo. Pero...
Me doy cuenta de que me mira embelesado, y caigo en que no entiende absolutamente nada de lo que le estoy diciendo. Intento a base de expresiones faciales acompañadas de pequeños sonidos redirigir su atención hacia mi discurso.
Algo ha hecho ¡click! en su expresión, ha ladeado la cabeza para después sacudirla como apartando algo de sus pensamientos. Esta vez, por primera vez, es él el que me lleva a mí de la mano. Recoge la moto varada, me mete en el coche de Wind y se concentra en conducir de regreso a casa. No es hasta la entrada que se gira para mirarme. - Khalan, sorry for my ignorance, i didn't know anything... i... and i'm stupid. I'm so sorry-
Veo como se frustra por no dar con las palabras que necesita, así que pienso en sacar mi libreta para ver si se apaña mejor escribiendo en inglés que hablando. La busco en mis bolsillos pero no está ahí, con las prisas la dejé dentro de la casa. Me para en mi búsqueda tocándome la mejilla, quiere que me centre en entenderle. - I Don't need this, i don't need anything. It's my problem. You no... no...-
Es divertido verle balbucear y no puedo evitar sonreír tontamente.
Se calla de golpe, me mira, inspira y clava su mirada color chocolate en mis ojos.
Para cuando quiere volver a hablar conmigo ya he salido del coche y le he arrastrado al exterior llevándole de la mano hasta el jardín de la entrada, donde está Wind aliviado con nuestro regreso. Le pregunta en español a Valentín, y me pregunta a mí después -คุณสบายดีไหม [1].
Al unísono le respondemos afirmativamente y antes de que pueda reaccionar le tengo frente a mí saltándose todos los protocolos que debería mantener frente a su Phi. Wind está tremendamente furioso, creo que jamás le he visto así. Tiene mis hombros agarrados y zarandea bruscamente mi cuerpo adelante y atrás.
Me está increpando que he actuado de una manera muy infantil, que a las personas hay que cuidarlas y confiar en ellas, que no puedo salir corriendo de esa forma, que Valentín es una buena persona que no se merece que le mientan y se burlen de él como lo he hecho... y montón de cosas que no sabía que necesita oír.
Pero de repente dice la frase que me rompería en dos. Nunca, en estas semanas que lleva Valentín en Tailandia, jamás, he pensado que él no me estuviera viendo. Podría no estar interesado románticamente en mí, podría no ser su tipo, podría necesitar tiempo para enamorarse, pero detrás siempre estaría yo, Khalan, un chico tailandés de 22 años.
- วาเลนไทน์คิดว่าคุณเป็นผู้หญิง [2]
En una fracción de segundo me doy cuenta de que ya no sé a quien piensa que ha besado Valentín. No puedo ser la persona que él cree. Ser gay no me convierte en mujer.
Wind y yo tenemos una fuerte discusión, aunque él no signa tan rápido como yo, sabe de sobra las palabras suficientes para hacer fluidas sus frases. Me dice que tengo que desmentirle sobre mi género, que debería hablarle de mi pasado, contarle el porqué de no poder hablar, decirle de dónde vengo. Yo le contesto que no me agobie, que no puedo procesar todo ésto, que voy a necesitar tiempo para volver a centrarme y saber qué decirle. Y tan efusivamente debemos de estar signando que Valentín grita fuertemente - Stop!!-.
Nos paramos a mirarle y Wind me dice - คุณเป็นคนขี้ขลาด [3].
Por toda respuesta le pego un puñetazo en la boca, que al pillarle desprevenido le tumba.
Pero sí debo ser un cobarde, porque mi reacción es salir corriendo. Hay un pitido constante dentro de mi cerebro que no me deja pensar con claridad. Mis piernas se mueven por inercia y me llevan sin pausa hasta la mitad de la carretera. Veo la furgoneta venir y sé que no llegaré a tiempo hasta la otra acera, freno en seco e intento dar media vuelta, pero mi cuerpo está como entumecido y me quedo parado en medio de la calle mirando fijamente a los ojos del conductor. Veo pavor en ellos.
Un empujón me lanza varios metros más lejos, detrás mía un frenazo, un golpe seco y el olor a caucho quemado.
[1] ¿Estáis bien?
[2] Valentín cree que eres una mujer.
[3] Eres un cobarde.
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Valentín
RomanceValentín pasa de la treintena cuando sus padres deciden que se marche de casa. Su hermana quiere buscarle novio y su mejor amigo acaba de romper con su pareja. Para él, un viaje inesperado le llevará a romper sus propios prejuicios y abrir su corazó...