Libres (Sukuna)

2

El susurro de voces llega a mi cabeza de forma repentina, abro los ojos. Estoy un lugar desconocido y al ver  al rededor no puedo captar de dónde vienen esas voces, es como un eco lejano. El lugar es un enorme lago en el que estoy de pie, no hay sol, estrellas ni luna, todo está envuelto en un extraño rojizo. ¿Estoy en el infierno?

El silencio llega de pronto y la soledad en el lugar me golpea, siento como el pánico se extiende por mi cuerpo. No quiero pasar una eternidad en un lugar así. Una carcajada explota desde algún lugar y siento como la calma viene a mi, no entiendo por qué pero saber que hay alguien más en este infierno de alguna forma me hace sentir mejor.

No imaginaba que la muerte sería tan solitaria y silenciosa, no es que esperara un lugar brillante lleno de arcoíris y flores pero algo mucho más tranquilizante que este color rojizo por todas partes.

¿Seguro que está viva?

No insinúes nada estúpido, mocoso

Ella sigue igual de pálida

Es una humana, ¿Qué tanto puedes esperar? son débiles

¿Tenías que lastimarla?

Te equivocas en eso, yo la maté

Perdón, olvidaba que eso es mucho mejor

Me hundo en el lago de a poco, ¿Qué pasa? pienso histérica, el agua me arrastra con violencia y el fondo es igual de rojo, comienza a faltarme el aire.

Sólo hazte cargo y ya

¿De dónde vienen esas voces? ¿por qué nadie me ayuda?, siento mis pulmones hirviendo y abro los ojos de golpe tosiendo e intentando respirar.

*Tranquila-me volteo a la voz aún sin reponerme y veo al mismo chico que fue al templo, ahora se ve distinto pero es él.

*¿Qué pasó?-digo ahogada aún-¿dónde estoy?-miro al rededor y me parece una habitación normal pero no la conozco-¿qué hiciste? ¿por qué me trajiste aquí? ¿y tus marcas?-casi es como vomitar palabras y el chico me mira asombrado-habla-demando molesta y alejándome de su toque.

*Está bien pero tranquila-dice el chico, se ve distinto, ya no tiene esa estúpida sonrisa burlona, ni las marcas negras en la cara y sus ojos son color café-te lo explicaré todo.

*Entonces empieza-digo desesperada por su tranquilidad, tengo que calmarme, debo reprimir las emociones negativas.

*¿Cómo puedo comenzar?-dice pensativo, lo miro molesta y entonces veo como una boca aparece en su mejilla y en esa cicatriz bajo sus ojos se abre un ojo.

*Yo lo haré-dice y un escalofrió me recorre la espalda al reconocer la voz-mándala ante mi.

*¿Mandarme?-pregunto asustada.

*La vas a asustar-dice el chico en respuesta, lo miro sorprendida ¿esto es normal para él? no parece ni siquiera sorprendido.

*Hay cosas que ella y yo tenemos que hablar y que tú no sabes ni entiendes-dice molesto-así que deja de perder el tiempo-el chico suspira y la boca desaparece de su piel, me limpio los ojos sorprendida.

*¿Qué...?-él se disculpa y toma mis manos apoyándolas en su pecho.

Una sensación extraña me recorre el cuerpo y siento que soy arrastrada cuando la oscuridad se apodera del entorno. Caigo de rodillas sintiendo el agua bajo de mi, abro los ojos y siento un frio en mi nuca, ¿es rojo igual que antes?. Levanto los ojos y veo un montón de huesos apilados formando una montaña donde se sienta el mismo hombre que entro al templo. Frunzo el ceño y me levanto molesta, hay un esqueleto gigante cubriendo el lugar por sobre nosotros.