/Itadori/
Fijo mis ojos en Lilith que duerme a un lado, su ceño esta fruncido y se ha quejado más que antes, ahora logra despertarme y aunque no es agradable, al verla lo único que me llena el cuerpo es la preocupación.
No son quejas de enojo o molestia, son quejas de miedo...está asustada por lo que sea que ocupa sus sueños ahora y no sé qué hacer.
-Hay que despertarla-dice la voz en mi mejilla.
*¿Sabes qué es lo que pasa?
-Vio una cosas después del ritual-dice serio-creo que eso es lo que la asusta.
*¿Por qué no me dijo nada?
Cuando recuperé mi cuerpo le pregunté si estaba bien, qué era lo que había pasado, si las marcas en sus muñecas le dolían y si necesitaba algo, ella solo negó y dijo que no había pasado nada.
¿Por qué le contó a él?
*¿Cómo sabes?-pregunto molesto-¿ella te conto?
-Frena tus celos-dice serio-no es el momento para ellos.
*Corre-se queja ella y mis ojos vuelven a fijarse en su rostro, sus ojos dejan escapar las lagrimas y aprieta los puños.
-Despiértala, mocoso-ordena enojado.
*Lilith-susurro despacio y moviendo, ella mueve la cabeza-Lilith-llamo más alto y ella abre los ojos asustada.
*¿Qué pasa?-pregunta rápido y asustada.
-Tienes pesadillas otra vez-se queja él, ella suspira y se sienta en la cama.
*Lo siento-susurra, sujetando su cabeza entre sus manos.
Me levanto de la cama y le estiro la mano.
*Ven-digo y ella me mira frunciendo el ceño, toma mi mano y aunque eso me dispara el corazón poniéndome nervioso, no la suelto hasta que llegamos a la cocina.
*¿Qué hacemos aquí?-pregunta confundida y limpiándose la cara con una mano.
*Cuando era pequeño y tenia pesadillas mi abuelo solía darme algo caliente-ella sonríe y la veo sentarse sobre la mesa mientras yo me muevo por la cocina tomando una olla pequeña, leche, canela y azúcar.
*¿Cómo era?-pregunta bajo, sonrío levemente.
*Un cascarrabias-suelto y ella ríe bajo-era muy frio y hasta pesado, se la pasaba el día enojado, nunca supe muy bien porqué pero era un hombre muy responsable, inteligente y bueno.
*Lo querías mucho-dice como enternecida.
*Fue la única familia que tuve-digo y la miro-por eso entiendo lo que significo Hiro para ti también.
*Es distinto-susurra.
*No, que no tuvieran una relación de sangre no te impidió quererlo-ella se sonroja y eso me parece muy tierno.
*¿Lo extrañas?-pregunta.
*A veces-confieso-creo que si nunca hubiera conocido esto mi vida después de su partida se habría vuelto mucho más pesada y triste, estar aquí y tener que pasar por toda estas cosas me distrae.
*Si, supongo que arriesgar la vida a diario te distrae de la muerte-comenta divertida.
Sirvo dos tazas con la leche caliente y le estiro una, por el calor se formo una leve espuma que se mantiene sobre la leche. Ella le da una olida y sonríe.
*Huele bien-dice.
*¿Hiro no te enseñó estas cosas?-niega.
*De hecho no sé cocinar-abro los ojos sorprendido.

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Libres (Sukuna)
Fantasía*¿Y qué de interés podrías ofrecerle a alguien que ni siquiera está interesada en su vida? *Libertad-ofrece con un tono bajo y el sonido de esa palabra hace eco en mi cabeza-ser sacerdotisa toda una vida sin ser capaz de escoger tu propia vida segur...