Libres (Sukuna)

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/Itadori/

El agua se mueve suavemente entre mis piernas mientras controlo mi respiración y mantengo la lanza de Lilith en mis manos.

-Eres muy lento, mocoso-se queja la voz en mi mejilla.

*Shh-digo serio-ahuyentas a los peces.

-La comida es para hoy, no para 500 años más-suelta molesto.

*Que te calles-me quejo.

-A mi no me estes hablando así-grita molesto.

*Cállate-respondo enojado.

*Hola-llama y me volteo rápido al escuchar su voz.

Lleva puesto un jeans claros y una polera suelta, sobre su ropa lleva el kimono. Tiene el pelo suelto y con algunas ondas, lleva una flor blanca sobre su oreja de forma delicada, pero lo más llamativo son su mejillas rojas y sus ojos brillantes. Intenta correr la mirada avergonzada y no es un misterio, es por lo de ayer.

-Preguntale cómo se siente, mocoso.

Dice su voz irritada en mi cabeza.

*¿Qué haces?-pregunta y se acerca despacio para sentarse en una roca grande a un lado del río.

*Intento pescar-digo y ella por fin me mira, intenta mantener sus ojos en mi rostro pero rápidamente bajan por mi pecho desnudo, sólo llevo puesto un buzo.

*¿Lograste algo?-pregunta corriendo la mirada al río.

*No, porque Sukuna no deja de molestarme-ella me mira nuevamente.

*Él..-su voz decae y hago una mueca-¿no quiere salir?-niego.

*Dice que es lo mejor para ambos-respondo serio, asiente cabizbaja-¿cómo te sientes?-suspira.

*Algo dormida-susurra y camino hasta quedar frente a ella, dejo su lanza a un lado-no...no recuerdo todos los detalles pero sé que no me sentía bien.

Aprieto los puños molesto ante el recuerdo. Tenía fiebre, estaba sudando tanto que la ropa se le pegaba al cuerpo, no dejaba de apretar la tela con fuerza mientras soltaba quejidos mezclados con gemidos. Aunque su cuerpo estaba caliente decía que tenía mucho frío y repetía que por favor hicieramos algo, que la ayudaramos pero más que esperar que bajara la fiebre, no podiamos hacer nada.

*Por cierto, gracias por el desayuno y la flor-dice sonriendo, le sonrío de vuelta.

*Creí que ibas a tener hambre-digo feliz de que le gustara. Antes de venir me aseguré de dejar el desayuno a un lado de su cama y una flor para que se sintiera mejor.

-Ya dile.

Dice molesto en mi cabeza, suspiro internamente y tomo la mano de ella que me mira aorprendida.

*No quiero incomodarte con esto pero estuvimos hablando con Sukuna-sus ojos se mantienen atentos sobre los mios-no vamos a dejarte ir con ese...sujeto de nuevo-hace una mueca-nunca.

*No está dentro de mis planes volver ahí-susurra-sólo quisiera entender porqué.

-Porque todo lo relacionado a sus dioses es pura mierda.

Niego internamente sin querer decirle eso, se ve que no sólo está confundida, esto realmente le afectó.

*Lo conocías de pequeña, ¿no?-ella me mira-al viejo-asiente.

*Siempre pareció muy amable conmigo pero muy duro con Hiro aunque lo atribui a que era parte de la esencia de sacerdotes-dice bajo-creí que sólo era amable conmigo porque era una niña pero ya veo porqué.