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/Sukuna/

El eco que se genera por millonésima vez al caer el cráneo sobre el agua en mi dominio es siempre el mismo, suspiro cansado y me recuesto molesto.

¿Cuánto más?

Han pasado 3 días desde que ella hizo ese ritual y todo sigue igual, no se ha movido ni emitido un sólo ruido, lo único que se escucha en esa maldita habitación es su respiración profunda pero es tan silenciosa que me irrita.

¿Cuánto más?

El mocoso sigue entrenando con el tipo de pelo blanco y aunque al principio los observaba para conocer sus movimientos, ahora no podrían importarme menos pero han comenzado a hablar sobre el regreso de él con sus compañeros y aunque él está feliz con eso sigue teniendo su cabeza con la chica que duerme en esa habitación...igual que yo.

Sólo soy la chica con la que estás medio unida.

Aprieto los puños, si eso hubiera cambiado y ella estuviera unida por completo a mi no estaríamos en esta situación, ellos no podrían haberla alejado de mi, ella no podría mantenerse tanto tiempo inconsciente y eso también me recuerda que aunque es una chica fuerte, es frágil. Basta un golpe para que ella muera, el peligro de perder la vida es mucho más probable en su caso que en el mío.

No me siento segura contigo.

Lanzo uno de los cráneo lejos y veo como estalla contra otros, tomo otro y sigo lanzando enojado.

Podría morir frente a ti y no me sorprendería que te quedes viendo.

¡Maldita sea! ¿No podía decir otro tipo de cosas antes de irse?, tiene que irritarme incluso si no está aquí, golpeo la torre de cráneos en la que estoy con fuerza y todo se desmorona bajo de mi, caigo en el centro del lugar escuchando el eco de la destrucción.

Sukuna.

Un golpe directo al corazón y me congelo sin poder creerlo, su voz...algo tira de mi pecho en su dirección. Sonrío y tomo el control del mocoso, abro los ojos y veo al de pelo blanco mirándome confundido.

*No molestes-digo y corro dentro de la casa, cuando estoy en el pasillo que lleva a la habitación veo como la puerta se abre y ella cae de rodillas asustada, me detengo de golpe y veo como suelta un sollozo haciendo que el pecho se me estruje.

Detesto que llore.

Su cuerpo tiembla intentando sostenerse y entonces levanta la cabeza, el cabello suelto alcanza a tocar el suelo y le cae por los hombros como una cortina gruesa. Sus ojos conectan con los míos, están enrojecidos y abre la boca en sorpresa cuando me ve.

*Sukuna-susurra, me acerco y ella se levanta, corre hasta a mi y me sorprende lanzándose a mi cuello.

*Lilith-suelto confundido pero sujetándola con fuerza, su pecho se mueve con los sollozos que suelta, me muevo hasta la habitación para cerrar la puerta tras de mi, ella quita las piernas de mi alrededor pero se sujeta a mi-¿qué pasó?

*Lo vi-susurra intentando controlar sus lagrimas, frunzo el ceño, ella se aleja de mi y se limpia los ojos-lo vi todo, sé lo que...voy a morir.

*¿De qué estas hablando?-suelto molesto, ella se muerde el labio intentando controlar sus lagrimas, sus ojos que intentan evitarme se ven obligados a mirarme y el miedo en ellos me genera otro pinchazo de molestia-habla, Lilith-exijo molesto.

*Hay algo en mi templo-susurra-sólo han habido sacerdotisas, desde el comienzo de los sacerdotes en mi templo sólo han habido mujeres.

*Pero Hiro...

Libres (Sukuna)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora