/Sukuna/
Me recuesto sobre el trono intentando parecer atento pero mi mente no esta ni cerca de lo que Fuji esta hablando ni explicando.
Mi mente vuelve a su respiración irregular, a su pecho subiendo y bajando cada vez que me montaba.
Lo hace tan bien.
Mi mente va a su espalda llenándose de mis mordidas mientras intentaba no correrme dentro de ella tan rápido, a su boca soltando mi nombre una y otra vez, a sus uñas enterrándose en mi piel....
*¿Señor?-vuelvo mis ojos a Fuji que me mira sin expresión-¿esta escuchando?
*No-digo sin importarme-resúmelo-él suspira y sonríe.
*Antes puedo saber qué ocupa su mente-pregunta divertido-si puedo ofrecer mi ayuda...
*Es algo de lo que prefiero encargarme solo-digo sonriendo.
*¿Esto se trata de Lilith?-lo miro unos segundos.
Yo le pedí a Fuji que nos reuniéramos, necesitaba escapar de la habitación en la que Lilith se encontraba porque apenas soy capaz de controlar mis deseos. Primero fui a darme una ducha pero al idea de volver con ella y despertarla era demasiado fuerte y creí que si me reunía con otra persona podría distraerme y calmar mi apetito por ella.
No tuve éxito.
Porque aquí sigo repasando la noche anterior ansioso por volver a esa habitación y despertar a Lilith.
*¿Ella está bien?
*Espero que sí.
Nuevamente no fue mi resistencia el problema, sino que ella estaba temblando por completo y su corazón parecía apunto de explotar. En ese momento decidí que ella necesitaba descansar, algo que de nuevo no le tomó más de un minuto.
*Bueno para no molestarlo, tiene que saber que me contacté con Heats-frunzo el ceño.
*¿Quién?
*El demonio que usted dejo a cargo del infierno-asiento-la mayor parte del infierno participará, la otra será contenida por mi poder-asiento-¿tiene alguna idea de cuando será esto?
Antes de responder tocan la puerta del salón y la idea de que sea Lilith es descartada de mi cabeza en el segundo. Ella no toca la puerta, ni siquiera avisa, sólo entra. Fuji se apresura a ver y vuelve.
*Es Argo-informa confundido-quiere presentarse ante usted.
*Que sea rápido-él abre la puerta antes de posicionarse en el escalón del trono que le pertenece.
Argo, una de las maldiciones decentes en lo que a poder respecta, se acerca al lugar, dos maldiciones lo siguen una cada a lado y alguien con una tela cubriendo de la cabeza a los pies, va tras de él, como escondida.
*Mi señor-dice arrodillándose ante mi, las otras tres figuras lo imitan-estaba ansioso por presentarme ante usted.
*Dejaste pasar tiempo para que eso pasara-digo serio.
*Tenía muchas cosas de las que hacerme cargo-se excusa.
*¿No tiene que ver con que asesiné a tu amigo Atriel?-aun con su cabeza agachada veo que aprieta los labios.
*Él y yo ya no nos relacionábamos, señor-miro a Fuji aburrido.
Quiero irme.
*¿Y por qué se presenta ante mi señor?-pregunta Fuji, Argo lo mira y luego a mi con temor.
*Los rumores de guerra se han esparcido, mi señor. También oímos rumores de una posible alianza con los demonios, algo que ya llegó a los oídos de varias maldiciones.
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Libres (Sukuna)
Fantasy*¿Y qué de interés podrías ofrecerle a alguien que ni siquiera está interesada en su vida? *Libertad-ofrece con un tono bajo y el sonido de esa palabra hace eco en mi cabeza-ser sacerdotisa toda una vida sin ser capaz de escoger tu propia vida segur...