Especial 1

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Escenario: Los tres (Itadori, Sukuna y Lilith) les ganaron a los dioses.

/Lilith/

Abro los ojos despacio, poco a poco la luz de un día gris se hace presente en la habitación. El ruido fuera me alcanza y escucho a las personas comenzando a trabajar, hablar o reír.

El recuerdo del sueño sobre nuestra pelea contra los mensajeros me recuerda que todo fue real, que ganamos y que la única preocupación ahora, es tener suficiente espacio para todo aquel que venga a buscar ayuda.

Todo ha cambiado. Ahora los dioses no guían mi vida y el único recuerdo de ellos queda en mi corazón que los aborrece. Pero además de ganar, ahora tengo vida eterna gracias a la hija de los dioses y soy libre. Soy libre de vivir como quiera, de ir donde quiera, de creer lo que quiera y...

De estar con quien quiera.

Itadori abre la puerta y al verme despierta sonríe ampliamente.

*Buen día-saluda como siempre dejando la bandeja con desayuno a un lado de la cama-¿qué tal dormiste?-me siento acomodando su polera sobre mi.

*Poco pero bien-confieso haciéndolo sonrojar.

*Todo el pueblo nos escuchó ayer-avisa y me encojo de hombros mientras como.

*No es algo que me importe ahora-aseguro y él sonríe.

*Volviste a soñar con él-suelta de pronto haciendo que mi apetito escape, su mano toma la mía-¿no has pensado...?

*Es la unión-digo antes de que pueda seguir-él se fue y no se ha aparecido por aquí, por eso la unión se vuelve tensa-digo llevando mi mano al pecho sintiendo esa extraña sensación.

*¿De qué le serviría venir?-cuestiona el de forma suave-no es como si pudiera entrar, para eso fue el trato.

*Ya sé-digo rápido-sólo quiero que sepas que estoy bien.

*Eso no es cierto-dice bajo, lo miro preocupada al escuchar como suspira-sé que tú y él tienen algo distinto, algo que no tienes conmigo-mi corazón se retuerce.

*Yuuji...

*No es algo que me moleste-aclara seriamente-sí me da algo de envidia, y debo reconocer que cuando se fue después de ganarle a los dioses, me sentí aliviado. Creí que sin él...las cosas entre nosotros podrían llegar a ser tan profundas.

*Sabes lo que siento por ti-digo tomando su mano, él sonríe y le da un leve apretón.

*Sé lo que sientes por mi y eso me basta para desear quedarme a tu lado por el resto de vida mortal que me queda-contesta con cariño-pero sé lo que eres ahora-dice mirándome-tienes una vida eterna gracias a la hija de los dioses, una vida que te llevará mucho más lejos que a mi y que te causara dolor al lado de alguien que tiene sus días contados-lo miro sorprendida alejando mi mano.

*¿Qué intentas decir?-susurro asustada.

*Que él vendrá por ti y deberás hacer una decisión-niego.

*No vendrá...

*Lo hará-asegura-y él tiene la vida y poder suficiente para cuidarte e impulsarte a lo que quieras-niego y él toma mi mentón para levantar mi vista-vendrá y ahora eres libre de ir para hacer lo que quieras.

*Quiero estar contigo-susurro.

*Lo sé pero yo jamás te podré llenar como él lo hace, con o sin unión.

Luego del desayuno salgo de la casa que construí con Itadori para comenzar el día. Él como siempre está ayudando a cualquiera que lo necesita, hoy está terminando de ayudar a una de las ancianas con los arreglos de su casa.

Libres (Sukuna)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora