/Lilith/
La lanza se alza sobre los estudiantes que están en el suelo, todos son escolares.
*Lanza espiritual sanadora-susurro y la lanza comienza a posarse sobre cada uno
*¿Qué es esto?-pregunta el mismo hombre que hablaba con Junpei la primera vez que lo vimos-¿quienes son ustedes?-siento una presión en el pecho repentina que me hace soltar un quejido.
Itadori y Sukuna.
Pienso asustada y salgo del lugar, por el velo todo está oscuro dándole al colegio un aspecto muy tétrico. Mis ojos se mueven por cada lugar intentando buscar una señal de él mientras la presión aumenta.
Están en peligro.
Una ventana rota llama mi atención y corro hasta el edificio para tirar la puerta y comenzar a subir las escaleras, el eco de un golpe fuerte me acelera el corazón.
*¡Huye, Junpei!-escucho gritar a Itadori, está cerca, su voz no genera tanto eco así que estoy cerca-no sé que relación tienes con él pero sal de aquí-termino de subir por la escalera y veo a Itadori contra una muralla siendo sujetado por una masa extraña.
La lanza llega a mi lado y es cuando Itadori me ve, Junpei está ahí a un lado de esa masa diciendo algo que no logro entender pero entonces alguien aparece detrás de él y me doy cuenta que esa masa que sostiene a Itadori viene de él.
*Lanza espiritual ataque-tomo la lanza y mientras se transforma la lanzo directo a la masa que sostiene a Itadori.
El hombre me mira sorprendido y aunque liberó a Itadori transformó a Junpei y ahora él está peleando con Itadori.
*No sabia que había alguien más-dice confundido-pero no tengo tiempo para perder contigo-deja caer algo al suelo y veo como tres maldiciones aparecen.
*Cacería-grito y la lanza pasa por su lado siguiendo a las maldiciones y enterrándose en el cuerpo de dos pero una se escapa.
-A tu lado-su voz por alguna razón sobresale y aunque escuché su risa hace un minuto ahora parece enojado, miro a un lado y veo a una enorme maldición un segundo antes de que choque contra mi haciéndonos salir por la ventana.
La caída ni siquiera se siente porque debo poner todo de mi para alejarme de la maldición que intenta tomarme. Al chocar contra el suelo siento como mi cuerpo se golpea y rasmilla provocándome ardor y dolor pero antes de que mi mente se concentre en eso me levanto y veo a la maldición acercándose a mi. Esquivo los primeros golpes que intenta darme.
"Tu objeto espiritual"
No reconozco la voz pero es dulce y me desconcentra logrando que la maldición me lance contra uno de los edificios.
"Nunca te apartes de él"
Es el peor momento para estar recibiendo indicaciones o recuerdos de las sacerdotisas pasadas pero aun asi la imagen de una chica con la misma lanza aparece en mi cabeza y la veo pelear con ella. Esta gritando algo pero no logro escucharla.
Abro los ojos y veo a la maldición acercarse corriendo.
"Nunca dependas solo de la lanza, es un objeto y aunque tenga una conexión especial a ti no es consciente"
Es Hiro y como siempre me regaña pero es útil, me pongo de pie y levanto la mano poniendo la palma hacia el cielo y escuchando los relámpagos.
"Confía sólo en ti y tus poderes"
*Lluvia de relámpagos-grito y veo como los relámpagos traspasan el velo haciéndolo pedazos y cayendo sobre la maldición dándole el mismo final.

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Libres (Sukuna)
Fantasía*¿Y qué de interés podrías ofrecerle a alguien que ni siquiera está interesada en su vida? *Libertad-ofrece con un tono bajo y el sonido de esa palabra hace eco en mi cabeza-ser sacerdotisa toda una vida sin ser capaz de escoger tu propia vida segur...