Capitulo 3

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—Debió verlos Sra. Hammer realmente fui incapaz de decir la verdad, tuve que mentir y vaya que mentí...

Con los brazos en la cabeza consciente de lo había dicho, continúe—¡Santo cielo! No puedo creer que ahora piensen que soy su tío, ¡Maldita sea! Si tan solo yo...

—Seguir lamentándose no sirve de nada León, creo yo, que lo mejor será que durante el trayecto de mañana les cuentes la verdad, ellos son buenos niños, te aceptarán... Solo trata de evitar seguir mintiendo, o de plano cuando digas la verdad no te van a creer nada.

La Sra. Hammer de alguna manera logró tranquilizarme, sin embargo, y dejando aún lado lo que les había dicho, un sentimiento de culpa había aterrizado en mí.
Kelly e Ian sabían poco de su madre, y nada de mí, jamás creí que esto me afectaría como ahora, creía que quizás ir a verlos un fin de semana bastaría, la D.S.O me necesitaba  demasiadas veces, caí en mi desidia y cuando me di cuenta, habían pasado años de su vida sin mi.

Debió ser doloroso y un poco trágico para ellos, pero son Kennedy, y los Kennedy son fuertes, a pesar de tener padres indiferentes y para nada convencionales.

Bebí un poco de agua para aliviar un poco mi garganta, la Sra. Hammer preparaba la cena, no tengo idea que tanto hacía y tampoco tenía interés en saberlo, había perdido el apetito.

Los minutos pasaron en silencio, yo aún me encontraba en transe pero la Sra. Hammer viendo mi letargo, decidió contarme una que otra vivencia que ambos niños habían tenido juntos.

Presté toda mi atención, e incluso me pareció graciosa una que otra historia, además, esto me ayudaba a conocer un poco a los dos, aunque no fuera de forma directa, y con lo poco que escuchaba debía hacer mucho.

En pocas palabras, había mucha similitud entre Ian y yo, al pequeño rubio le asusta la oscuridad igual que a mí a su edad, es algo reservado pero sarcástico en ocasiones, pero lo que sin duda más llamó mi atención, fue que le encantaba ser el héroe cuando jugaba con Kelly, en muchas de sus facetas, el de policía era de sus favoritas, «¿Coincidencia?»

En cuanto a su hermana, y según las palabras de la Sra. Hammer, Kelly era un niña muy inquieta, inteligente y valiente, pero algo que me quedo muy en claro sobre ella, era su lazo con su hermano, además de ser mellizos, el lazo con las personas cercanas era más que fuerte y resistente.
...

Durante la cena, ambos niños me rodearon y comenzaron a articular un sin fin de preguntas, Ian que aparentemente era algo más sobrio, fue vencido por la curiosidad e inicio un serie de preguntas un tanto curiosas.

Un ejemplo fue que me preguntara si alguna vez fui policía, o si soy vegetariano, mientras Kelly escudriñaba en su árbol familiar, como por ejemplo si tenía otro tío que desconocía, o un hermano.

Todas la preguntas fueron sacadas de contexto, y por supuesto, me costó responderlas, fui paciente y hermético, no obstante, me quede con las ganas de que preguntarán por su padre, ósea yo, a pesar de no estar listo para lidiar con esa cuestión.

Al final, y por suerte, la Sra. Hammer los envío a la cama tras un largo rato de charla, debo decir que fue encantador, pero cierta forma, agotador.

—Veo que no estás muy familiarizado con los niños—Comento Nell bebiendo un poco de té.

Levanté mis hombros sin responder, mi mente estaba fatigada, pero extrañamente se sentía feliz.

—Mientras cenaban, me tomé la libertad de empacar sus cosas, no tengo maletas suficientes, pero a ellos eso poco les importa, están ansiosos de ver a su mamá, tendrán suficiente cambio para aguantar una semana...

La elección de LeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora