La elección de Leon

Capitulo 33

A medida que ayudaba a Jill a empacar sus cosas y ella hacía lo mismo en mi departamento, cada uno tenía la libertad de despedirse de sus conocidos en California, al menos en mi caso, eso no sería una tarea demasiado complicada, no había demasiado amistades más allá del entorno laboral, creó que poca importancia le dí sabiendo que ésto solo sería una experiencia temporal.

Había recogido mis cosas del edificio 2 días antes de partir, claramente fue un poco difícil saber que mi vida en este lugar había concluido, algunos colegas hicieron un pequeño convivió de despedida, al cual incluso Jill asistió aunque fuera por solo unos minutos.
Fue agradable verla allí, la presenté a algunos compañeros que habían asistido y ninguno dejó pasar su gran atractivo y frescura en su encuentro, cada uno me felicitó por tener tan agradable mujer.

Desafortunadamente, hubo un contraste bastante puntal respecto a quien había ido a despedirse, es decir, fue el departamento de enfermería, de logística, de marketing e incluso algunos departamentos en los que mi convivencia había sido tan efímera como nula, eso no les importó, y más allá de que estaba Jill presente en esos minutos, me esperaba ver a Claire esa tarde.

Me quedé en medio del pasillo para ser la primera persona en verla si es que llegaba, pero nunca lo hizo, ni siquiera sus conocidos habían ido, era como si jamás se hubieran enterado.
Antes de que Jill se marchara, me abrazo cálidamente intentando levantar mi ánimo, claramente estaba abrumado y ella intentó calmar el fuego de mi alma con su radiante afecto hacía mí.

Desdibuje mi sonrisa cuando la puerta del ascensor se cerró, Jill se había ido, ahora me encontraba menos ansioso si es que Claire llegará, no estaba muy convencido que ellas dos se llevarían muy bien.

...

Hablé con Barry un largo rato en la sala de juntas, al menos eso despejaba mi mente de tantos pensamientos que no paraban de molestar, por suerte más tarde ese día quedé con Jill en ir a patinar a una pista de hielo, esperaba con ansias que ella terminará sus labores para ir a recogerla.

Antes de despedirme por última vez de Barry, le pregunté acerca de Claire, ¿Por qué no había venido sabiendo que éramos buenos amigos, y que me iría en unos días? por supuesto el no supo que responder, su departamento había recibido la invitación hace 3 días, pero ninguno asistió, ni siquiera fue abierta según comentó.

Aquellas palabras fueran un tanto fatídicas para mis adentros, Claire era alguien importante para mí, era la mujer más cercana que tenía sin contar a Jill, pero no había ido, seguramente seguía molesta por lo que ocurrió hace unos meses, a pasado ya un tiempo, porque no lo deja ir.

«Debo hablar con ella, al menos saber que no me odia va calmar mi huracán de culpa»

Barry y yo nos dimos la mano antes de irme, todo había acabado en California para mí, me llevaré buenos recuerdos de este lugar.
Pero antes de irme, debía ver a Claire, hablar con ella, se que había frustrado nuestra amistad pero no quería marcharme sabiendo que ella y yo no volveríamos a vernos, si dejaba así nuestra amistad, tal vez jamás la vuelva a ver en mi vida.

Tomé el ascensor y bajé hasta su piso de trabajo, se que aún seguía laborando porque ví su auto desde la ventana.
Me quité la corbata y desabroché mi saco, la ropa formal no era exactamente de mi preferencia, pero había normas que debía acatar en estos lugares.

Caminé por el largo pasillo que me llevaba a su oficina, alguno que otro colega de aquel piso se detenía para observarme brevemente y después se hacía presente el bullicio, ignoré si se trataba de mí, al parecer me había hecho una buena fama en mi corta estancia aquí.

Me detuve al doblar en la esquina, puesto que me encontraba justo a 3 metros de su oficina.
La puerta cerrada era un indicio de que tal vez estaba ocupada, pero desde los bordes la ventana que tenía, apreciaba como la figura de una mujer se movía apresurada sacando un montón de cosas de los estantes adyacentes.