«Respira hondo León... vamos, es solo una mujer, ya has tratado con cientos de ellas antes, no es que me vaya a comer... ¿O sí? No, eso esperó..."
La tarde había caído hace un rato, el clima era agradable, ameno podría decirse, hoy particularmente las nubes no se habían asomado, era cálido el ambiente, lo suficiente para que mi cita llegara a límites impensados.
Después de conducir alrededor de media hora, logré llegar en dónde me encontraría con Jill, había aparcado el Mercedes Benz Clase C justo enfrente de su hogar, el vehículo era blanco, con bordes color gris platino, era bastante llamativo al ojo humano, seleccionado específicamente para esta velada.
Para cualquier persona ajena a ambos, no seríamos más que una pareja joven de ejecutivos saliendo a cenar.Estaba convencido de que mi auto irradiaba elegancia y clase a donde fuera, justo lo que necesitaba para conquistar a una fémina demasiado exigente.
Miré reloj, eran exactamente las 7:50 pm. Faltaban 10 minutos para la hora establecida, por lo cual tendría un colchón de algunos minutos para prepararme.
Acomodé mi cabello, mis mangas y lustre mis ya perfectos y relucientes zapatos, no tenía una sola arruga en mi traje, si no había tocado la perfección con todo ello, estoy seguro que lo rozaba.Tomé me billetera con cautela, observando los preservativos que había guardado días antes, no llevaba mucho efectivo, todo se iría a mi cuenta de banco, tenía pensado gastar entre $3000 a $5000 dólares solo en la cena, evidentemente, no esperaba que ella comiera demasiado.
Ya había visualizado está cena desde el martes en la mañana, debía ser perfecta, Jill me interesaba más de lo que ella creé, a pesar de lo altanera y bipolar que era, tal vez, solo era una de sus muchas facetas.
Cuando los minutos transcurrieron, me di cuenta que ya era el momento.
Desvíe mi mirada al asiento de a lado y con sutileza, tomé la pequeña rosa azul que yacía posada en mi auto.Aquella frágil rosa color azul, había sido seleccionada de tantas que busque en diferentes lugares, y que de alguna manera, me había cautivado desde la primera vez en que la vi.
Aquel color, representaba no solo a Jill, si no también a mí.«Ojala no me eche en cara que solo es una, quizás debí traerle el ramo completo... no, no quiero que piense que vamos a una boda... ¿Boda? ¿En qué diablos estoy pensando?»
Salí de mi de vehículo camino a su casa, la poca tranquilidad que me quedaba apenas se asomaba, pero estaba consciente de que saldría bien.
Acomodé mi saco antes de tocar su timbre.Respiré profundo y temeroso de que me podría esperar esa mujer.
Había esperado este momento desde esa mañana en que la vi en aquella cafetería, su preferencia llamó rápidamente mi atención, y ahora, tenía la oportunidad...De pronto, e interrumpiendo mis pensamientos, la puerta se abre, emergiendo al instante la silueta y figura de Jill.
Di un pequeño paso hacia atrás, su presencia me había abrumado y afligido por completo.
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La elección de Leon
FanfictionEn la vida podrás tener muchas opciones donde escoger, pero al final, solo es posible tomar uno. Esta fue la disyuntiva que tuvo León al momento de querer entablar una relación estable. Tanto Jill como Claire, resultaban la atracción más opuesta, pe...