Tal como espero, al llegar a Grimmauld Place, Regulus lo había visto todo, y exigía la compra del material el escolar de Harry a lo que Severus se negó, de igual modo decidió aplazar su visita vacacional a su esposo, porque estaba seguro este le exigiría lo mismo.
De todas maneras, también había algo que hacer, seguramente Albus Dumbledore mandaría a alguien a la casa de los Dursley en esos días, Vernon Dursley seguramente atendería y diría sobre que el niño no vivía en esa casa. Mantener la seguridad de Harry fue primordial, además de requerir la llave de la bóveda Potter, la cual se encontraba en manos de Albus Dumbledore todavía, sería conveniente que se ofreciera a realizar un servicio que normalmente era requerido, donde profesores debían de ir a la casa de los nacidos Muggles para dar el aviso.
— Black — anuncio mirando a Regulus con severidad —. Voy a ir a Hogwarts, voy a conseguir la llave de la bóveda Potter.
— ¿Por qué no la tienes tú?
— Ha estado en manos de Albus desde la muerte de los Potter, por disposición de Gringotts, supongo — respondió —. Siguen ignorando donde está realmente, prefiero se mantenga así.
— Entiendo — recapacito.
— Ninguno salga de la casa hasta mi regreso — ordeno —. Cuando regrese iremos al callejón por el material escolar.
—¿Tienes pensando que vas a decirle? No creo que suene muy tu pedir la llave...
— Astucia Black, Astucia ¿Dónde están tu rasgo Slytherin Black?
— Señor Potter — llamo manteniéndose firme.
Harry apareció en veloz carrera viniendo desde la cocina, con una galleta en la mano que acababa de robar de la mesada— Profesor Snape.
— Manténgase practicando la cordialidad hasta mi regreso, espero mucho de usted señor Potter, no me decepcione. — aclaro poniéndose a su altura.
— Si profesor Snape — asintió antes de abrazarlo — No tardes mucho, papá.
— Vendré tan pronto pueda — correspondió el abrazo —. Nada de travesuras, y nada de magia hasta tu cumpleaños, eso va para ti Black.
— No te preocupes, nos portaremos bien ¿Verdad Harry? — exclamo Regulus con una sonrisa cómplice.
— Si, muy bien, practicare mis modales para Hogwarts.
Volver a Hogwarts antes del tiempo esperando no era su ideal, tenía muchos pendientes, pociones que preparar, ocuparse de sus ingredientes para pociones en casa, preparar su cronograma de clases, incluso llego a pensar que un mes no era suficiente tiempo, necesitaba al menos dos. Pero por el bien de Harry Potter debía estar allí, caso contrario los cinco años a su lado podrían ser los últimos.
Admiraba ver el castillo vacío, sin rastros de mocosos corriendo, charlando a los gritos, hechizos en los pasillos, disfrutar la paz y la quietud eran pocos privilegios. Su primer objetivo fue el despacho de la profesora Minerva McGonagall, la encargada de enviar las cartas como de recibirlas, en su tarea administrativa como directora adjunta.
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El Nuevo Black
RandomSeverus regresa un día a casa y descubre algo de su pasado, a los 16 años, en el ministerio, alguien lo caso con Sirius Black. Decidido a pedir el divorcio y no tener ninguna relación con su mayor acosador, este le pide a cambio su firma que visite...