El Nuevo Black

Preludio de la primera prueba

 El día parecía haber sido muy largo para Harry o al menos así lo sintió Sirius cuando después de un par de cervezas de mantequilla Harry callo dormido en el sofá. No tardo en llevarlo a la cama en la habitación personal de Harry y recostarlo a dormir. Verlo ahí acostado, durmiendo tan apaciblemente, ajeno a toda preocupación solo lo hizo quedarse mirándolo dormir, no podía evitar pensar en cuantas cosas se había perdido de la vida de su ahijado.

Frente a la mesita de noche estaban varias fotos de Harry que Snape le había hecho llegar a Azkaban, ahora estaban de regreso con el dueño de esas fotos, todas rociadas con una pócima reveladora que permitía que se movieran. Cada una de ellas estaba centrada en un niño, un niño que sonreía a la cámara, en algunas le faltaba un diente y mostraba con orgullo su sonrisa, en otras parecía haber hecho una travesura, en otras estaba despeinado, en todas esas fotografías el niño se veía feliz.

Una fotografía de Harry con una lupa y vestido de aventurero, Sirius siempre creyó que Harry había estado jugando a ser un magizoologista, aunque eso no dictaba mucho de la realidad en realidad en aquella foto Harry había estado atrapando insectos en el Jardín de Grimmauld Place. En la siguiente fotografía estaba Harry subido a una bicicleta pequeña con rueditas, había un par de pies detrás, pero no se veía quien era el que estaba, ya que la fotografía solo llegaba a centrarse en Harry y detrás de él se veía a un hombre de pantalón negro y parte de una camisa blanca, cuando recibió la fotografía creyó que era Snape, ahora sabía que era Regulus.

Beso la frente de su ahijado por mero instinto antes de salir de la recamara y ver por una última vez antes de dormir más fotografías de aquel niño sonriente, claramente el centro de atención de alguien, el centro de Atención de Regulus. Apenas regreso encontró a su hermano colocándose una bolsa de hielo en el cuello, acababa de regresar de su pequeña misión, encomendada por Snape y parecía cansado.

— ¿Qué paso imbécil? Deberías estar vigilando a Crouch.

— Solo...necesito un respiro— dijo sentándose, cayendo pesadamente sobre el sofá más cercano —. ¿Cómo está todo?

— Harry abrumado, Snivellus molesto, lo que esperarías encontrar — respondió sentándose en el sofá de enfrente —. Karkarov es un idiota que solo sale por momentos del barco, Bagman esta tras Harry para hacer publicidad del evento.

— Con Crouch no hay nada que reportar, trabaja desde que sale el sol hasta entrada la noche, muy dedicado al ministerio, con razón Barty lo odiaba tanto.

— Recuerdo haber escuchado algo de sus gritos, antes que muriera ¿Conociste a Barty Crouch hijo?

—Lo conocí, pero no lo suficiente, estaba un año debajo de mí, creía en la supremacía de la sangre— comento mirando hacia el techo de las mazmorras —. Barty era un alumno destacado, siempre estudiando, hizo todo aquello que pudo para llamar la atención de su padre, cosa que nunca logro, y eso que era hijo único, su padre solo tenía tiempo para ocuparse de su trabajo... aun hoy ese hombre solo vive para el trabajo, no le queda más nada, su esposa fallecida, su hijo también, despidió a su elfina...Barty solía decirme que teníamos el mismo gran dilema, padres demasiado decepcionantes que no nos merecían.

— Si no mal recuerdo eras el hijo que ellos adoraban, eras el mejor hijo que pudieron tener, yo era el peor hijo que tuvieron.

— Ellos no pensaban eso de ti, hasta que te fuiste con los Potter, nunca pude lograr que se sintieran realmente orgullosos de mi por mucho que lo intentara — exclamo pensativo —. Siempre fue, Sirius hizo esto, Sirius hizo aquello, Sirius y sus notas, Sirius metiéndose en problemas y hay que arreglarlos...

— ¿Cuánto te volviste animago? — pregunto Sirius cambiando de tema, a pesar del tiempo y de aun tener una relación realmente tensa entre ambos había temas que no quería cruzar con Regulus, no con respecto a sus padres cuando ambos venían a ambos completamente distintos.