Clases con sorpresas

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La primera mañana de clases un gran murmullo se instaló en el gran comedor, en la mesa de Slytherin todos parecían reír de algo que Draco Malfoy y Pansy Parkinson contaban. Los horarios estaban ya repartidos sobre la mesa, Harry se sentó a desayuna listo a leer su horario, y tardo en ser sorprendido primero por Cedric, quien le dejo una taza de chocolate caliente y se fue a la mesa de Hufflepuff.

En la mesa de Ravenclaw, una chica de largos cabellos rubios estaba sentada sola desayunando en silencio.

— Ven Luna, siéntate con nosotros — exclamo Harry llevándola a la mesa de Gryffindor. Luna sonrió agradeciendo el gesto y se sentó junto a Ginny, que estaba sentada mirando su horario, tomando su desayuno junto a Colin Creevey, un chico de segundo que admiraba mucho a Harry, que sacaba fotografías de todo lo que veía para mandarlas a su papá cada vez que podía con una lechuza del colegio y decirles lo mucho que le gustaba el colegio.

Fred y George le pasaron sus horarios a Harry cuando lo vieron sentarse apenas, aunque no dudaron en mostrar su desagrado por Cedric Diggori, quien era el buscador de Hufflepuff y por tanto rival acérrimo de Harry en Quidditch.

— Harry, pensé que tomaríamos adivinación juntos — exclamo Ron mirando su horario antes de tomar una rodaja de pan.

— La verdad no sabía que elegir y elegí lo primero que se me ocurrió con la definición, lo siento Ron — dijo cohibido. Aunque no le gustaba hacer algo que llevara a separarse de sus amigos, la elección de materias optativas claramente lo era, Ron había tomado adivinación y Cuidado de las Criaturas Mágicas

— No importa, supongo que nos veremos en cuidado de las Criaturas Mágicas y en todas las demás asignaturas...Hermione, tu horario está mal, no puedes tomar diez materias en un día, mira tenemos al mismo tiempo Adivinación, Aritmancia y Estudios Muggles, no puedes estar en tres clases a la vez.

— Claro que no puedo estar en tres clases a la vez Ron — dijo girando los ojos —. Hable con la profesora McGonagall ayer antes del gran banquete sobre eso, esta todo arreglado.

— Granger ¿Estudios Muggles? — leyó Malfoy, quien se había acercado con Crabbe y Goyle —. Ya eres hija de Muggle, debes conocer todo de los Muggles ¿Por qué esa materia?

— Para saber cómo los magos ven a los Muggles, claro.

— No enseñan eso, según mi padrino esa clase es para los magos que nunca han tenido contacto o casi no han tenido contacto con los Muggles, pero quieren tenerlo alguna vez— señalo el horario.

— Ho, que mal, voy a estar con Malfoy en Adivinación.

— Aunque sería un desafortunado gusto estar contigo Weasley, lamento desilusionarte, no escogí Adivinación — se señaló orgulloso.

— Yo...tomare...adivinación — susurro pausado Crabbe, bajando la mirada, se veía un poco avergonzado.

— Mi abuela dice que Adivinación es solo para aquellos que quieren flirtear — bromeo Nott acercándose —. Ya saben...andar diciendo por ahí...oye, según tu taza para el té estoy un tú futuro, y tendremos tres hijos y un gato, y no puedes evitarlo, estoy en tú futuro.

— Adivinación se ve divertido — exclamo Luna sonriendo.

— Una vez escuche que se puede hacer hechizos sin varita si sabes Runas Antiguas — acoto pensando en voz alta Ginny.

— ¿Qué es Aritmancia? — pregunto Colin y tan pronto vio el libro que estaba sobre la mesa de Harry le saco una fotografía.

Después del desayuno Harry acompaño a Ron y Hermione hasta la clase de Adivinación, tenía más interés por saber dónde estaba el aula que por ver la clase, nunca había visto por donde era y casi se pierden en el camino. Aunque se perdieron a medio camino fueron ayudados por Sir Cadogan, un caballero rechoncho que cabalga en un caballo grande y de apariencia graciosa.

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