Desafiando las reglas

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La seguridad de Hogwarts de pronto, si antes era estricta, ahora parecían estar en una prisión mágica o al menos así Harry podía llegar a comprarlo. No solo ahora las puertas serian selladas y estarían encantadas para reconocer a Sirius Black, sir Cadogan fue despedido y la señora Gorda regreso a tu trabajo, ahora con dos guardias de seguridad, dos ojos que todo lo veían e intimidaban a quien pasara y un par de Trolls.

En un consenso de profesores, o al menos entre los jefes de casa en una votación de 3 contra uno, y con apoyo de otros profesores, la mayoría daba por hecho que Sirius Black se había equivocado de cama al ir a atacar la cama de Ron, por lo que se desidio sacar a Harry de la torre de Gryffindor.

Al día siguiente que todo ocurrió dos cosas habían pasado, la primera fue que Ron era una celebridad, todos le preguntaban acerca de cómo era Sirius Black, y como sobrevivió al ataque de este, Harry se alegró mucho por su amigo aunque todo lo que decía no era tan cierto, Ron aseguraba que Black estuvo delante de el con un cuchillo como el que usaba su madre en la cocina, Harry sabía que no había pasado así, que en el forcejeo que tuvo para quitarle la daga a su padrino este rasgo la cortina de Ron, haciéndola caer de paso, lo que lo despertó.

Por lo contrario, Neville termino teniendo la peor parte, sus visitas a Hogsmeade fueron denegadas, su abuela comenzó a mandar cartas y Howleer para decirle lo mal que había hecho y lo descuidado que era. Y no solo eso, se había prohibido darle la contraseña a Neville, por lo que el tendría que esperar a otro que fueran a entrar para poder ir a la sala comun.

Y como si fuera poco, Harry tampoco salió bien librado de la irrupción en Gryffindor, la profesora McGonagall había ido al sector de habitaciones del profesor Snape, el cual había tenido que ocultar todo lo que había referente a Harry para evitar sospechas de los otros profesores. Se realizó una rigurosa inspección de la habitación, ahora vacía donde dormiría Harry, y de la habitación contigua donde dormía Snape, quien desde ese momento ya no podría realizar guardias nocturnas.

La sala que antes estaba repleta de color y brillo, cuando Harry volvió entrar la encontró con varios libreros oscuros y repleto de libros por donde alcanzaba la mirada. La habitación de Harry ahora era tal cual cuando entro por primera vez, con muebles de color negro y de apariencia pútrido, un mueble para la ropa, un escritorio, la cama y un librero.

— Están muy bien colocadas las defensas, Severus — dijo Flitwich al ver las defensas mágicas en la pared —. Por lo que veo el sonido de afuera entra, pero el sonido no sale de aquí ¿No es así?

— Efectivamente.

— ¿Cómo se entra? ¿Solo se debe tocar las piedras especificas en la pared? — pregunto Pomona Sprout mirando preocupada —. No es que desconfié de tus defensas Severus, pero no podemos correr riesgos.

— Son tres piedras exactas y en un orden especifico y como vieron, deben ser tocadas con la punta de la varita, todas las rocas de la pared son iguales en forma — rodo los ojos —. Al mismo tiempo la puerta de mi despacho se abre solo con mi varita y un encantamiento de mi propia invención.

— Esplendido, esplendido — dijo complacido Flitwich.

— Y si necesitan vigilancia — señalo Snape mirando a un cuadro —. La dama del cuadro puede moverse entre cuadros a voluntad, puedo instruirla para que de aviso ante cualquier movimiento extraño.

— Las prevenciones no están de más, Severus — dijo el profesor Dumbledore caminando —. Prodigiosas defensas, a decir verdad, aunque...me gustaría una salida de emergencia, en caso de que Black logre llegar aquí.

— Existe una puerta oculta en mi despacho, no es una salida de emergencia, pero llevara directo a la sala común de Slytherin — señalo llevando sus manos a la espalda.

El Nuevo BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora