Consecuencias del Mundial

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Silencio, el bosque se silenció, Narcisa miro a su primo delante, el cual tenía en sus ojos una mirada que reconocía, cuando Regulus fue buscador, cuando iba por la Snich dorada, era su mirada de decisión. La tensión entre ambos podía cortarse con un par de tijeras, el brazo de Regulus estaba al descubierto, permitiendo ver la misma marca de color negra que Narcisa conocía, su esposo la tenía en su brazo, y su hermana, y su cuñado, la serpiente se movía ansiosa, como si esperara que el creador de la marca apareciera.

Unos pasos apresurados los interrumpieron, Narcisa se ocultó tras un árbol a la primera oportunidad de que tuvo, y espero, mientras un cuervo negro apareció subiéndose a una rama sobre él.

Un hombre apareció dando tumbos, estaba demasiado oscuro para verlo detenidamente, caminaba a pasos torpes, y tiro una varita en el césped. Siguió caminando hasta el claro de dónde saco detrás de unos arbustos una capa de invisibilidad.

— Odio la deslealtad — se escuchó al hombre decir antes de cubrirse con una capa de invisibilidad.

Regulus volvió a trasformarse cuando vio o sintió a aquel hombre desaparecer, sin poder creerlo, miro hacia el árbol, donde vio a Narcisa ocultarse, ya no estaba se había ido.

— Arcturus — dijo Harry aliviando corriendo a abrazarlo en cuento lo vio— Esa marca en el cielo...

Regulus volvió su vista al frente tras mirar a Harry por un breve instante, aunque Harry no se veía asustado, al parecer acababa de volver utilizando el traslador, junto a sus amigos, quienes también se acercaron. Draco corrió a abrazarlo también, temió por él, ver la marca tenebrosa, a los mortifagos, lo último que llego a pensar es que lo atacarían. Regulus abrazo a ambos en intención de calmarlos. Miro al frente, Narcisa ya no estaba, había desaparecido, probablemente reuniéndose con su esposo y los otros mortifagos.

— ¿Con quién hablabas tío? — pregunto Harry sin querer soltarlo, había escuchado una voz femenina hablando con el mientras se acercaba.

— Con alguien que pertenece a mi pasado — respondió pesadamente, tomo de un sorbo la poción multijugos que llevaba con él, transformándose de nuevo en Arcturus —. Andando, al campamento.

Mientras más se acercaron al campamento notaron los gritos de horror de la muchedumbre, todos reconocían la marca tenebrosa, Regulus se arremango su brazo mientras se acercaba con los muchachos. Salieron cautelosos hasta que de pronto se vieron rodeados, sonidos de aparición les alertaron, 20 miembros del ministerio los apuntaron.

— Al suelo

— Desmaius — gritaron los magos.

— No disparen, estábamos ocultos, son niños — grito Regulus obligando a Ron, Draco, Hermione y Harry a tirarse al suelo.

— Alto, alto, es mi hijo, ese es mi hijo — se escuchó la voz del señor Weasley acercándose, se notaba terror en su voz.

— Apártate Arthur — grito la voz del señor Crouch —. ¿Quién ha sido? La marca tenebrosa vino de este lugar.

— Nadie, han estado conmigo — grito Regulus.

— Barty, son niños, ninguno podría haber hecho la marca...

— ¿Qué hay de ti? — señalo apuntando a Regulus con la varita.

— He estado ayudando al ministerio señor, estuve con ustedes cuando la marca fue conjurada.

— La marca no se conjura sola, uno de ustedes fue.

Las brujas y magos del ministerio se dividieron, comenzando a rastrillar la zona en busca de algún herido, alguien aturdido que quizás era quien había conjurado la marca, muchos, salvo Barty Crouch, daban por hecho que uno de esos cuatro adolescentes de catorce años o el propio Arcturus eran participes.

El Nuevo BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora