Severus regresa un día a casa y descubre algo de su pasado, a los 16 años, en el ministerio, alguien lo caso con Sirius Black. Decidido a pedir el divorcio y no tener ninguna relación con su mayor acosador, este le pide a cambio su firma que visite...
Aclaraciones antes de empezar, lo que esta escrito normal, es dialogo normal.
Lo que esta escrito con cursiva y negrita es Pársel
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Harry estaba dando vueltas en la cama desde hacía muy tarde, a pesar que su papá Severus lo había cobijado a la hora habitual, que su tío Regulus le conto un cuento no podía dormir. Intento hacerlo abrazando a uno de sus profesores, pero de todas maneras estaba inquieto en la cama.
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Miro el reloj de su mesita de noche, pronto seria media noche, decidió ir por lo seguro para volver a dormir, buscar un vaso de leche en la cocina, pero no molestaría a Kreacher, seguro ya estaba durmiendo.
Se levantó y antes de salir de la cama se colocó su par de pantuflas que tenían forma de perro con orejas largas. Abrió la puerta de su habitación y miro para ambos lados, viendo las otras puertas del tercero piso cerradas, lo que le daba seguridad que los mayores en el hogar estaban durmiendo. Tomo a su compañero nocturno de esa noche, la profesora serpiente, y abrazándola salió de la habitación.
Salió sonriendo dando pequeños saltitos hasta llegar a la escalera, donde comenzó a bajar los peldaños de dos en dos hasta llegar a la planta donde estaba la cocina. Apenas llego vio algo extraño, algo que se deslizo de la puerta de la cocina y se dirigía al jardín, que se deslizaba por el suelo de manera serpenteante.
Olvidando a lo que iba a la cocina Harry persiguió a aquello, sin saber que realmente que era, fue hasta el jardín, la luz de la luna estaba en ese preciso momento iluminando todo el verde prado, prado que no hacía mucho el mismo había comenzado a ayudar a revivir tras años y años de ser un suelo de tierra dura y estéril.
— Hola — llamo mirando el jardín — Hola.
— Una cría de humano— Harry escucho un siseo que pudo sentir, cerca de las plantas de Acónito, y sintió que se acercaba a él.
— ¿Qué es una cría de humano?— pregunto arrodillándose donde la planta — Hola...me llamo Harry.
— ¿Puedes entenderme? — pregunto asomando su cabeza por las hojas—. Y puedes hablar conmigo.
— Si — respondió abrazando a la profesora serpiente —. Te pareces a la profesora serpiente.
— Soy una serpiente — siseo sacando la cabeza, rápidamente Harry vio una serpiente, como la profesora serpiente, pero era de verdad, la luz de la luna hacía notar su extraño color, café con un ligero tonos amarillos.
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