La caja Musical

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El mes de agosto anunciaba que el año escolar estaba próximo a llegar, Severus Snape apenas termino sus deberes para con Hogwarts comenzó con su siguiente deber, planificar el año escolar del pequeño Harry Potter con un programa tan exhaustivo como completo.

Harry acababa de cumplir 8 años, en estándares de la educación debería estar iniciando su tercer grado en la escolaridad primaria. Por lo que preparaba un amplio programa educativo que se abarcaría en los nueve meses respectivos al periodo escolar, siendo el año donde se introducían textos instructivos en lengua y literatura, operaciones matemáticas más complejas que la suma y resta, la buena nutrición en ciencias naturales, introducción a normas de comportamiento en espacios públicos, y comenzaría su primera huerta.

Si la planificación del profesor de pociones era correcta eran los conceptos básicos que Harry debería adquirir, conceptos que todo niño de ocho años adquiría a lo largo de un año escolar. Y también serían una guía que permitiría convertirlo en un Hatstall a futuro, desarrollando las cualidades de un Gryffindor, Hufflepuf, Rawenclaw y Slytherin

A Regulus Black, a pesar de pasar dos años, aún estaba acoplándose a la vida de un Muggle y a enseñar como un maestro Muggle. Internamente deseo haber hecho Estudios Muggles en Hogwarts, aunque Walburga seguramente lo hubiera castigado por tomar semejante decisión, el esfuerzo lo hubiera valido porque realmente se sentía perdido entre la nueva vida que tenía que llevar. Maldecía en parte ser un sangre pura, porque su vida siempre había tenido magia a su alrededor, su madre acomodaba sus juguetes con magia, su padre usaba magia para acomodar libros, Kreacher usaba magia para limpiar, se sentía realmente inutil.

El Numero 12 de Grimmauld Place había tenido grandes cambios en un año, o al menos en los meses de vacaciones de verano cuando estaban en casa. Dado que la magia debía limitarse Severus había hecho una inversión de manera periódica para no despertar sospecha alguna al ministerio, comprando aparatos electrónicos Muggles y conectado la casa al menos a servicios básicos como la electricidad y la red de agua, mensualmente enviaría cheques desde Gringotts para evitar problemas a futuro con el retraso de las cuentas.

La cocina que alguna vez solo tuvo simples artilugios antiguos para la cocina y para que Kreacher cocinara ahora tenía algunos agregados eléctricos, electrodomésticos, que los adultos tuvieron que aprender a usar a la vieja manera, leyendo los manuales.

Para que todo funcionara Snape decidió hacer uso de la electricidad en su totalidad, siendo no solo lo único agregado, lámparas eléctricas que fueron incorporándose lentamente debido al gran cambio, también había contratado un servicio de televisión por satélite, ya que no podía conectarse a una red de cable. Por el momento solo tenían un televisor que se encontraba en la sala de piano y estaba en los planes a futuro conectarse a un servicio de internet, y comprar una computadora.

Si la planificación de Snape era la correcta ni mismo podría asegurarlo, lo importante era crear un ambiente que pudiera ser lo mas parecido a la forma de vivir de un Muggle y fomentar el aprendizaje del niño.

— Regulus — llamo desde el comedor al ahora maestro particular por obligación, el cual bajo desde el segundo piso donde se encontraba y le coloco en las manos varios pergaminos y libros —. Tienes hasta septiembre para estudiarte esto.

— ¿Qué? — pregunto mirando todo lo que tenía en las manos.

— ¿Qué? — pregunto mirando todo lo que tenía en las manos

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