Como si tuvieran un reloj con en una cuenta regresiva Harry corrió junto a Ron hasta las mazmorras a buscar a quien seria de su primera ayuda. El segundo hombre en todo Hogwarts, según Harry, que sabía más de artes oscuras que cualquiera, y que, sin dudarlo los ayudaría.
El despacho ya había sido vaciado por la alerta, los posters que hacía poco tiempo se encontraban colgados estaban sobre un baúl, el cual tenía el resto de frascos y pociones. Los muebles y repisas estaban completamente vacíos y los libros guardados.
— Arcturus — llamo Harry entrando jadeante.
— Harry... ¿Qué hacen fuera de su sala común? — exclamo mirando con sorpresa a los dos recién llegados.
— Sabemos dónde está la entrada a la cámara de los secretos...y lo que hay adentro es un basilisco, pero él me escuchara, yo puedo hablar con el... y...tiene a Ginny...tenemos, tenemos que ir...tenemos que salvarla.
— Alto ahí, deben dejar esto en manos de un profesor — sentencio.
— No se puede, el colegio está bajo alerta — interrumpió Ron consternado —. Los jefes de casa están cuidando cada una de las casas, y los otros están dando rondas de vigilancia, y Lockhart dijo que iría a la cámara...pero...
— Arcturus, no hay tiempo que perder, Ginny corre peligro y cada segundo perdido podría...podría — dijo Harry temeroso.
Regulus miro a Harry el cual se veía temeroso, pero decidido, aunque le dijera que no se acercara, claramente iba a desobedecer, y tenía razón, sin saber lo que esperaría en la Cámara de los Secretos, una niña estaba en riesgo. Saco rápidamente del baúl una botellita metálica que coloco en el bolsillo de su túnica y la orden de Merlín de Primera clase, para envalentonarse, y la coloco visible, quizás sería de utilidad.
— Andando — dijo sin más —. No hay que perder tiempo, tu lo dijiste
El siguiente destino era el despacho de Gilderoy Lockhart, aunque había demostrado ser un completo incompetente durante el año escolar, podría serles de utilidad alguien que en sus libros describía como se había enfrentado a criaturas como Banshes, hombres lobos y vampiros.
Apenas se acercaron sintieron ruidos que demostraban gran actividad, Harry y Ron aseguraban se encontraba preparándose para ir a enfrentar al terrible monstruo de la Cámara de los Secretos seguramente. Pero contrario eso el origen de aquellos pasos apresurados, roces y golpeteos no fue sino todo lo contrario.
Cuando la puerta se abrió encontraron un par de baúles abiertos, en uno estaban las túnicas colocadas de manera precipitada como si las estuviera guardando sin ningún cuidado, en el segundo varios libros colocados desordenados, algunos incluso abiertos. Las fotografías y cuadros no estaban colgados ya en las paredes, sino dentro de una enrome caja sobre el escritorio.
— ¿Va a algún lado? — pregunto Harry anonadado.
— Bueno, sí, ha surgido algo urgente, el ministerio me ha llamado y no puedo negarme — dijo nervioso mientras terminaba de guardar las ultimas cosas que estaban en las paredes.
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El Nuevo Black
RandomSeverus regresa un día a casa y descubre algo de su pasado, a los 16 años, en el ministerio, alguien lo caso con Sirius Black. Decidido a pedir el divorcio y no tener ninguna relación con su mayor acosador, este le pide a cambio su firma que visite...