El Nuevo Black

Nuevas Vacaciones

El Hipogrifo rápidamente se perdió en el horizonte de la noche, cubierto entre las nubes y siendo ligeramente iluminado por la luz de la luna. Harry se sintió tranquilo, esperaba que ambos hermanos terminaran bien toda la travesía fuera a donde fuera que debían llegar.

Hermione vio la hora en su reloj, les quedaba poco menos de quince minutos para llegar hasta la enfermería, quince minutos antes cuando Dumbledore cerraría la puerta. Apresurados ambos corrieron entre los pasillos del castillo, esperando llegar a tiempo.

— Profesor — llamo Harry una vez que llegaron justo frente a la puerta, este sonrió, les abrió la puerta y les hizo un ademan para entrar, Harry y Hermione entraron, sus yo parecían acabarse de ir al pasado.

Rápidamente se acostaron en la cama, Draco quería saber que paso, pero no había tiempo, seguramente Fudge no tardaría en dar con la noticia que su fugitivo y el hermano que debería estar muerto ya no estaban. Madame Pomfrey no tardó en aparecer, ahora con varias barras de chocolate, para pasar la noche y recuperarse de los ataques de los Dementores, Harry tomo la barra y miro a Draco cuando este aparento despertarse y luego a Hermione, quien repitió la misma acción.

— Es inaudito — se escuchó el grito que provenía del pasillo y luego intentaron abrir la puerta de la enfermería, pero esta estaba con llave. Un hechizo y la puerta se abrió, por la puerta entraron el dueño de la voz enojada, el profesor Snape seguido del ministro—. Poppy ¿Potter y sus amigos salieron de aquí?

— No profesor Snape, han estado aquí todo el tiempo ¿Qué ha pasado? ¿Por qué esos gritos?

— Debió haber hecho una aparición.

— Sirius Black ha escapado — anuncio —. El despacho de Flitwich estaba cerrado, pero la ventana abierta, no tenían forma de escapar por la ventana a tantos metros de altura. Las barreras de Hogwarts lo impiden, escapo, fue ayudado por alguien, Potter y sus amigos debieron ayudarlos a escapar.

— Se razonable Severus — interrumpió Dumbledore —. La puerta estaba con llave y los muchachos han estado aquí.

— Sirius Black fue claramente un preso de cuidado, logro escapar por sus propios medios de Azkaban — continuo Fudge —. Algo debió haber hecho, seguramente, pero lo atraparemos, lo atraparemos cuanto antes, no debe estar lejos, sin varita, están a pie ambos hermanos.

— Estoy seguro que ellos debieron hacer algo — exclamo con seguridad —. Los encantamientos de confusión los hacen creer que los Black son inocentes, seguramente irían a salvarlos.

— Pero no han salido de aquí, profesor Snape, le doy mi palabra, yo los he vigilado — dijo Poppy —. Y de que los dos son especialistas en escaparse, lo son, yo era sanadora cuando ellos estudiaban, Regulus Black se habrá pasado por la enfermería muchas veces en su tiempo de buscador de Slytherin y nunca podía perderle el ojo, cuando me daba cuenta ya se había escapo, e igual su hermano Sirius.

— ¿Regulus Black fue buscador? — pregunto Draco, sus ojos brillaron con entusiasmo.

— Lo ves Severus, ninguno de los muchachos pudo hacer algo, seguramente han hecho gala de sus habilidades de escapismo que tanto usaban en sus años de escuela — sonrió Dumbledore.

— Con permiso, debo ir a detener a Macnair, primero se escapa el Hipogrifo, y ahora Sirius Black, seré el hazme reír de toda la comunidad mágica cuando esto se sepa.

Con una pose de victoria Harry sonrió y miro a sus amigos, Fudge se había ido con una mirada de decepción, al parecer dar con Sirius y Regulus sería su punto positivo para la reelección. Severus se fue molesto, parecía enojado, y no era para menos, según dijo Poppy antes de irse a acostar por las horas, acababa de perder la orden de Merlín, un honor al que todo mago o bruja aspiraba.