Severus regresa un día a casa y descubre algo de su pasado, a los 16 años, en el ministerio, alguien lo caso con Sirius Black. Decidido a pedir el divorcio y no tener ninguna relación con su mayor acosador, este le pide a cambio su firma que visite...
Después del último encuentro con el espejo Harry ya no sintió mas deseos de volver a verlo, aunque le gustaba la imagen y ver a una enorme familia con él, nada se podía comparar con saber que el mayor deseo de su papá era que fuera feliz, verlo feliz. El deseo de su papá era fácil de ser alcanzando, según Harry lo vio, solo tenía que esforzarse mucho cada clase, sacar buenas calificaciones, jugar Quidditch, pasar tiempo con sus amigos, su tío y su papá, esas cosas lo hacían feliz.
El resto de las vacaciones Harry se la paso con Ron rondando por las noches, buscando en la biblioteca sobre Nicolás Flamel, Ron quería saber quién era ese hombre y que había en el colegio que le pertenecía, Harry solo quería que Hermione al regresar sonriera emocionada de haber resulto el misterio. Pero finalmente no encontraron nada, y un día antes del regreso a clases Hermione regrese junto con los demás alumnos.
Harry estaba en la mesa de Gryffindor esperando, los demás alumnos comenzaron a entrar, la unión que compartieron todos los que se quedaron en vacaciones acababa de romperse, Theodore y Blase volvieron a la mesa de Slytherin donde se sentaron a hablar con Draco, quien comenzó a presumir sus regalos de navidad, los gemelos se alejaron un poco para contarles sus aventuras en el colegio desierto a Lee Jordan, Percy se había reunido con otros prefectos.
— ¿Quién soy? — escucho una voz detrás de sí, cuando un par de manos taparon su visión.
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— Cedric — respondió Harry —. Solo debes quitarme los anteojos, y no te voy a reconocer.
— Mentira, traición — dramatizo revolviéndole el cabello —. Me reconoces sin tus lentes Harry ¿Qué tal las vacaciones? ¿Qué tal la navidad? ¿Obtuviste muchos regalos?
— Fue genial, gracias por los pasteles de caldero.
— Si, quería comprarte un pastel de melaza, no estaba seguro si llegaría bien— respondió sonriendo —. Cuando salga en la próxima excursión a Hogsmeade voy a comprarte algunos, ¿O quieres otros dulces?
— Esta bien, no te preocupes, disfruta tu salida — asintió Harry.
En Ese instante Harry deseo también estar en tercer año, como los gemelos, Lee Jordan y Cedric, las visitas programas a Hogsmeade, un pueblo cercano a Hogwarts, eran conocidas, y la cantidad de tiendas y artículos para comprar también lo era. La primera salía a Hogsmeade de Cedric había sido el primer fin de semana de noviembre y Cedric le había comprado algunos dulces de una tienda llamada Honeyduke, que según supo después, el carrito que vendía dulces en el tren era de Honeyduke.
En menos tiempo del esperado una gran cantidad de alumnos entraron por las puertas del gran salón como si fueran una estampida, Cedric se despidió de Harry para saludar a sus amigos que no había visto en las vacaciones, mientras Hermione entro corriendo. Ron, que habia estado comiendo sin decir palabra, levanto la mirada.
— Harry que suerte tienes — exclamo Ron enfadado, quien había visto todo y señalo a sus hermanos, quienes reían —. Ellos van a Hogsmeade y nunca me han traído nada... ¿Por qué ese chico de Hufflepuff te trae cosas?
