El callejon Diagon

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El cumpleaños número 11 de Harry llego antes que el pequeño se diera cuenta, el gran comedor para doce personas fue decorado como Harry quería para cumplir once años, con magia. El cartel que estaba en la entrada que decía "NO MAGIA", había sido quitado, las ventanas de la casa estaban totalmente abiertas, dejando la parte de afuera de la casa. Kreacher había hecho un enorme pastel para Harry.

Como cada año recibió regalos, pero para Harry esta vez fueron mágicos, Severus le regalo un juego de Gobstones y le enseño a jugar. Regulus le regalo un tablero de Ajedrez mágico, cuyas piezas eran de color blanco talladas a mano, que en palabras de Severus era demasiado ostentoso, las piezas parecían hechas de marfil, según Regulus solo era madera pintada.

Harry olvido lo importante que era el día en realidad, por aprender como jugar con sus nuevos juegos, Regulus, como bien su educación sangre pura parecía mandar, era un excelente jugador de Ajedrez, y aunque Harry se enojaba cada vez que perdía, Regulus para calmar su enfado le revolvía el cabello, en palabras de él, su hermano era por mucho mejor que él. Severus le hablo a Harry sobre que el Gobstones era el juego favorito de su madre, Eileen Prince, y demostró que era su hijo, no solo enseñándole a jugar, sino ganando todas las veces, pero con el Gobstones Harry no se enojó, le parecía gracioso que aquel liquido de olor desagradable le empapara la cara.

Esa noche, después de mucho tiempo no pudo elegir a uno de sus cuatro osos de peluche favoritos, durmió con los cuatro abrazados, y por primera vez le leyeron un cuento mágico, Los cuentos de Beedle el Bardo, se quedó dormido apenas empezó el primero.

Con Harry completamente dormido, Severus respondió la carta, escribiendo en dos pergaminos, el primero era para Hagrid.

Estimado Hagrid

La respuesta ha sido enviada satisfactoriamente, llevare al señor Potter mañana por la mañana al Caldero Chorreante.

Profesor Severus Snape.

Estimada Profesora McGonagall

Informo para su contento que el señor Potter acepta el asiento disponible en Hogwarts, su familia ha accedido a que sea educado bajo la condición de que ellos no gasten una sola moneda.

El señor Potter en la mañana se reunirá con Hagrid para la compra de su material escolar.

Saludos cordiales

Profesor Severus Snape.

A la mañana siguiente, Snape le dio a Regulus una poción que se bebió de un solo sorbo, cambiando rápidamente su aspecto a uno que Harry le sorprendido, parecía otra persona. Severus ya estaba listo con su túnica negra, mientras Regulus vestía un traje de tres piezas, Harry había visto muchas bodas por televisión, juraba que su tío estaba por ir a una. Harry llevaba puesto una camisa color azul con un sweater color vino y un pantalón gris.

— ¿Qué es eso? — pregunto Harry señalando el frasquito Regulus vacío.

— Es una poción que aprenderás dentro de muchos años, es muy avanzada para ti — explico Severus sacando una llave de su bolsillo junto con un pergamino, que entrego a Regulus —. Es la llave de la bóveda Black, la perteneciente a tus padres y a ti, la dejare a tu cuidado, se prudente, esta de aquí es la autorización firmada por su abuelo de que puedes retirar oro de la bóveda.

— ¿Desde cuándo te hablas con mi abuelo? — pregunto curioso Regulus mirándose al espejo.

—Tu abuelo me envió esos cabellos, según su nota, son los cabellos de un mago que estudio en Hogwarts, que se encuentra viviendo fuera de Gran Bretaña— continuo sin responder a la pregunta.

El Nuevo BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora