La caída del Sol. Tercera parte

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El teléfono de Sandu sonó cuando ya estaban en el hotel. Yanli, con su sonrisa tan dulce y cálida, había logrado que evadieran los chequeos de sus maletas, logrando así "rentar" dos habitaciones para "vacacionar" en familia.

Es así como se preparaban para salir a aquella isla vecina donde Wen Ruohan debía de ocultar a los pocos jóvenes que quedaban con vida.

- Ella dijo que hay de sus hombres en los casinos, llamé a Mingjue hace rato y dijo que solo hay un casino que no está bajo su poder o el de sus amigos –

- Estamos en un hotel cercano al casino que dices – dijo Jiang Cheng, mientras miraba disimuladamente al edifico que estaba al lado del hotel – Seremos cuidadosos para que no nos reconozcan, aunque... dudo que nos puedan reconocer a mí y a mi hermana. Huaisang tiene sus métodos para pasar desapercibido y el pequeño pavorreal... supongo que encontraremos la manera de ocultarlo –

- ¿Jin Xuanyu está contigo? – preguntó Xichen, a lo que Cheng respondió con un tenue "mn" – Hay dos hombres peligrosos que te buscan, Wanyin –

- ¿Disculpa? –

- Mingjue no está muy contento de que te llevaras a su hermano – Jiang Cheng puso los ojos en blanco, pero trataba de ocultar cualquier atisbo de nervios que esas palabras pudieran provocarle – Y Zixuan está... digamos que parece una mamá gallina que no encuentra a su pollito –

- ¿Qué hay de tu esposo? ¿También está molesto? –

- No, cree que Xuanyu debe vengarse por su cuenta para que su mente esté más tranquila – la voz de Xichen, pensó Jiang, sonaba algo cansada. Esas horas de noche y madrugada interrogando a Qin Sang – No le digas a Jin Zixuan que A-Yao me dijo... tiene demasiado lidiando con la preocupación de que su esposa y su hermano menor están en una misión casi suicida –

- No te preocupes, mientras no le digas a Nie Mingjue donde vivo... - sonrió con algo de burla, para después mirara a Huaisang con una sonrisa – No tengo ningún problema contigo –

Escuchó la risa de Lan Huan, después solo se despidieron y la llamada terminó.

Nunca se había tomado el tiempo de pensar en eso. Nie Mingjue era de los hombres más temidos en la ciudad, conocía bastante bien la información de todos allí, podría saberlo en cuestión de minutos... Todo era gracias a Nie Huaisang y sus habilidades de investigación tan impresionantes.

Pero el ligero, y solo ligero, temor de las represalias de Nie Mingjue... le hacía reconsiderar sus movimientos con Huaisang... Sabía que era fuerte, el mismo dueño de la Casa del Sable lo había entrenado en distintas artes marciales y disciplinas, era inteligente, podría conocer información de una persona, conocer hasta el más mínimo y oscuro detalle, con solo una computadora y acceso a internet.

Era fuerte... pero quería tratarlo como una fina pieza de porcelana.

- A-Cheng – le llamó Yanli, interrumpiendo sus pensamientos – En lugar de pensar en A-Sang deberías pensar en todas las variables del plan – su rostro de inmediato tomó un tinte colorado, mientras el Nie cubría su sonrisa con su propia mano - ¿Qué dijo Xichen? –

- Hay hombres de Ruohan en el casino de al lado – se sentó en la mesita y sacó sus armas, mientras comenzaba a cargarlas – Tú y yo – miró a su hermana – podremos pasar por toda la isla sin problemas, Huaisang – le miró, su rostro aún conservaba ese tonto carmesí – debemos ser ignorados, por favor no llames mucho la atención... -

- Sí – aseguró Yanli con una sonrisa – sobre todo si distraes a mi hermanito – soltó una risa, mientras veía como Jiang Cheng ponía los ojos en blanco. Huaisang solo le lanzó un guiño mientras asentía con la cabeza.

En tonos grises (ChengSang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora