Alianza. Segunda parte

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Una sonora carcajada sacudió toda la habitación. Jiang Cheng reía sin parar, mientras los demás solo lo veían con incredulidad.

- ¿Quieren que me una a ustedes? – cada vez su risa sonaba más sarcástica, desdeñosa y malvada. Nie Huaisang estaba fascinado con el hombre frente a él - ¿Quieres que yo, el sádico, malicioso y arrogante Sandu, trabaje con los justos y pulcros Lan? –

Wei Ying sintió algo en su pecho como un ligero pellizco o rasguño. Miró a su esposo, quien estaba en el marco de la puerta observando sin emoción alguna a Jiang Wanyin.

- No tienes que ser ingrato Jiang Cheng – respondió – Nosotros solo queremos terminar con esto. ¿Tienes idea de la cantidad de chicos que morirán en las próximas semanas si no los encontramos? -

- ¿Y si te digo que no me importa? – Wei Ying lo miró asombrado - ¿Y si te digo que estoy en este caso por dinero? –

Aquel dolor en el pecho de Wuxian creció. Su hubiese sido el Jiang Cheng de hace un par de años dudaría de aquellas palabras. Pero ahora no sabía que pensar al respecto.

Nie Huaisang entendía el reproche en el tono de Wanyin. Porque él lo sabía todo. Los Hermanos Héroes eran un grupo muy solicitado en el pasado. El Patriarca Yiling, Sandu y el Loto de Sangre eran la triada perfecta.

Silenciosos, obedientes, libres.

El mejor equipo al cual podías solicitarle sus servicios. Pero de un día para otro solo quedaron dos. Y al final, uno. Sandu era el último de la triada que permanecía en el negocio de la venganza y la retribución.

Eso era lo que más le gusta de él. Su perseverancia, su fuerza, su terquedad. Su deseo por la verdadera justicia. Nie Huaisang sabía muchas cosas, por ello no detendría las palabras crueles de Jiang Cheng.

Por primera vez en mucho tiempo Wei Ying se quedó sin palabras. Lan Wangji quería gritarle al hermano de su esposo por esas palabras. Pero se detuvo. Si las decía no tendrían ninguna oportunidad.

Jiang Cheng habló: - ¿Quieres que trabaje con ustedes? – miró a su cuñado y a su hermano – Lo haré, pero mi trabajo consiste en encontrar a una chica, trabajaré con ustedes hasta encontrarla, después me voy ¿Esta claro? –

- Mn – asintió Wangji, ya que su esposo seguía sin encontrar las palabras correctas.

- Además no seguiré las reglas de los Lan – reclamó – si necesito moverme, me muevo. No les diré de las personas que me den información, pero los datos los compartiré con ustedes – Wuxian solo pudo asentir con la cabeza – Y si alguien muere en el camino la policía no sabrá que fui yo, Jiang Cheng –

- A-Cheng, se de tus trabajos desde hace tiempo y jamás hemos levantado cargos contra ti – la voz de Lan Xichen inundó la habitación – Ten por seguro que esta alianza temporal es solo debida a la desesperación de los padres de los niños. No queremos que contraten a malas personas –

- Además, - dijo otra persona – sabemos que esos "crímenes" fueron realizados por Sandu, cuya identidad es desconocida para las autoridades – lo voz era de Jin Guangyao, quien venía detrás de su esposo.

- Hermano – dijo Huaisang – no pensé que te vería de nuevo tan pronto – Guangyao volteó con él y le sonrió, después lo guió hacia la sala de la casa, dejando a los dos Lan, Wei Wuxian y a Jiang Wanyin.

- Entonces, A-Cheng, ¿trabajarás con nosotros? – Lan Huan lo miró expectante, a lo que él respondió con un brusco "sí".

El Patriarca Yiling ya había salido de ese estado de confusión, pero aún permanecía callado, analizando esa extraña situación.

"¿Qué extraño?" pensó "el cuñado y Jiang Cheng parecen cercanos, y mi hermano ya no está a la defensiva"

- Bien, Lan Zhan, cuñado es mejor que compartamos de una vez la información que tenemos con Jiang Cheng – mencionó – Solo dos jóvenes han muerto, aun podemos encontrar a los demás – 

..........

NOTA: aunque esta basado en la actualidad, decidí dejar los nombres de cortesía. Nunca lo había explicado hasta ahora, jaja perdón. 

Adoro sus nombres así que fingiremos que aún hay nombres de cortesía en el mundo.


En tonos grises (ChengSang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora