Equipo. Segunda parte

307 91 9
                                    

- Hermano, esto que estamos haciendo no está bien – Jin Zixuan iba en la parte de atrás del auto, junto a su esposa Jiang Yanli – Podemos arreglarlo de forma legal, hablar con toda la firma si es necesario –

- Ese es el problema Zixuan, los Wen tienen contactos con el gobierno, sobre todo policía – Guangyao ya les había contado sobre la investigación a los esposos Jin – Y, de hecho, sabemos que fueron los Wen, pero no por los métodos de investigación ortodoxos –

- ¿A qué te refieres con eso? – Jin Zixuan era obvio que iba casi en contra de su voluntad - ¿Hermano, en que están metidos? –

- Yanli, tus hermanos están ayudándonos – trató de amortiguar el impacto de aquella noticia.

- ¿A-Cheng y A-Xian? – Yanli cambió su expresión normalmente amable a una ligeramente amenazadora - ¿Están trabajando todos ustedes juntos y no me habían dicho? –

- Yanli, tratamos de resolver esto sin incluir a tantas personas -

- ¿Entonces por qué nos han buscado? – preguntó Zixuan – Supongo que las cosas han empeorado –

- Siendo sincero, así es, nuestro único contacto nos ha advertido que los Lan están en la mira, probablemente nuestras familias aliadas también –

Yanli - ¿Ya han atacado a alguien? –

Jin Guangyao suspiró – El tío Lan está hospitalizado, sufrimos un accidente, los hombres de Wen dispararon al auto, sólo él resultó herido – tanto Zixuan como Yanli se miraban preocupados – Jiang Cheng llamó a los señores Jiang –

- Mis padres, ellos... ¿van a venir también? –

- Ellos ya llegaron – le sonrió por el retrovisor – Están esperando por nosotros en la casa –

¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬

- ¿Estas nervioso? –

Nie Huaisang se sentía cómodo en el auto, al lado de Jiang Cheng. Dejaron poco a poco el paisaje de ciudad para pasar ahora a uno más silvestre y natural. Agitador estaba fascinado, pues muy pocas veces podía salir de la ciudad y visitar el campo.

- ¿Por ver a mis padres o por el caso? –

- Ambas, supongo –

- La verdad, si estoy un poco nervioso – suspiró – Tiene tiempo que no los veo, y en la llamada no fuimos precisamente amables, cómo pudiste notarlo... -

- Podría decir son tus padres, deberías quererlos y obedecerlos sin importar qué – se rio con amargura – Pero nunca tuve ese sentimiento –

- Tu hermano fue quien cuidó de ti ¿no? –

- Sí –

- Parece un tipo estricto y duro – Comentó Cheng, deseando no estar molestando a Huaisang con esas suposiciones - ¿Fue así? –

- Sí y no – se rio – Era estricto cuando hablaba de trabajo, quería que fuera responsable con mis proyectos y estudios, pero siempre me permitió elegir, me dio opciones –

- Entonces elegiste no ir a la universidad –

- Adoro las artes, la pintura, la escultura, el dibujo... me hacen sentir vivo – Jiang Cheng escuchaba con cuanta pasión hablaba Huaisang – Pero las clases nunca han sido lo mío, eso de sentarse y copiar notas o estudiar para exámenes, nunca me gustó –

- ¿Y por qué has aceptado hacer esto? Tendrás que asistir a una universidad y hacer todo eso –

- Creo que si yo decidía no estudiar antes no tendría ningún problema, nadie sería asesinado o torturado, podría trabajar con mi hermano en la Casa del Sable y vivir bien, a mi manera – suspiró – Pero ahora, con esto de los Wen... me gustaría evitar que pasen esas cosas –

La mirada de Nie Huaisang se encontraba en la ventana, viendo como la cortina de lluvia volvía ligeramente borrosa la vista del bosque.

Jiang Cheng dio solo un vistazo, antes de regresar su vista al camino. Nunca se había puesto a pensar en los colores, para él daba exactamente lo mismo. Pero ahí estaba Nie Huaisang.

Los tonos grises del cielo permitían que su cabello negro resaltara entre el color de las nubes cargadas de agua, mientras que sus ojos entre verdes y azules contrastaban con el tono rojizo de sus labios.

Wanyin notó que las yemas de sus dedos tenían una sensación de hormigueo, casi rogándole a su dueño que terminara con aquella tortura y les permitiese retirar la tiza morada que manchaba la barbilla de Huaisang.

Estaba tan agradecido con los árboles por armonizar aún más (si es que era eso posible) aquel bello paisaje que conformaba Nie con esa pálida piel, tan suave al tacto.

"Sí tan solo pudiera probar un poco de esa piel" pensaba Cheng.

- Jiang Cheng, ¿qué te gusta hacer a ti? – preguntó de repente el menor, sacándolo de su trance – Me refiero a fuera de tú trabajo –

- Soy bastante aburrido en realidad – sonrió.

- Tú te consideras aburrido, pero a mí me pareces interesante – Huaisang lo tomó del brazo – Anda, dime, ¿qué te gusta hacer? ¿qué te divierte? –

¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬

Dos autos se estacionaron casi al mismo tiempo en la casa Lan. Del primer auto bajaron Jin Guangyao, Jin Zixuan y Jiang Yanli. Del otro Jiang Cheng y Nie Huaisang.

No tuvieron tiempo de saludarse, pues entraron corriendo a la casa para no mojarse. Una vez adentro, Nie Huaisang se encontró dentro de una escena algo problemática, aunque muy silenciosa.

Jiang Fengmian miraba en dirección a Wanyin, con el ceño fruncido, mientras que su esposa miraba a su hijo con reproche.

- Jiang Wanyin – exclamó Madam Yu - ¿Puedesdecirme por qué estás tú aquí? – 

En tonos grises (ChengSang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora