Amenaza. Tercera parte

337 93 10
                                    

- Hay un caso por acá – suspiró – los Wen secuestraron los hijos de los que mueven el dinero aquí, ahora están apareciendo muertos –

- Vaya – respondió su padre ligeramente alterado – Por fin lo hicieron –

Jiang Cheng permaneció en silencio, su respiración se alteró un poco. Su padre lo sabía, su padre sabía que algo así pasaría. ¿Por qué no les dijo?

- Padre, tu sabías que esto sucedería – Wanyin no podía creerlo, su padre siempre estuvo del lado de la justicia, algo torcido, pero estaba de ese lado - ¿Por qué no le dijiste a nadie? –

- Escúchame A-Cheng – del otro lado del teléfono había movimiento, tal vez su padre estaba ordenando algunas cosas – No puedo decirlo por teléfono, tu madre y yo iremos para allá. Los Wen irán por aquellos que estorben en su camino... -

- Ya han atacado padre, Lan Qiren dirige la investigación – explicó Wanyin, mientras se alejaba cada vez más de la habitación – Ahora está en el hospital –

- ¿Lan Qiren? – su padre estaba confundido - ¿Y sus sobrinos, también están en el caso? –

- Sí, Lan Wangji y Lan Xichen – Jiang Cheng trataba de hablar lo más bajo posible – También están siendo ayudados por el esposo de Xichen, Jin Guangyao –

- ¿Y A-Xian? – el movimiento detrás del teléfono se había detenido - ¿Él está ayudando también? –

- Sí, pero al parecer casi nadie sabe que está casado con el segundo Jade –

- Bien, tu hermana no está en el caso aún ¿verdad? – Wanyin negó - ¿Qué tan metido estás tú en este caso? –

- Me pagan por encontrar a una joven – explicó – No quería meterme en este asunto, pero si quiero hacer mi trabajo tengo que trabajar con los Lan –

- ¿Qué tan importante es este trabajo para ti A-Cheng? – Sandu se sorprendió con la pregunta de su padre - ¿No puedes cancelar este trabajo? –

- ¿Por qué lo preguntas padre? –

- No quiero que ni tú ni tus hermanos estén dentro del caso – su voz era autoritaria, era el mismo tono que usaba para reprenderle cuando se portaba mal - ¿Qué te están ofreciendo para que hagas eso? –

- Nada especial, solo dinero – mintió, sabiendo que no era la primera vez que lo hacía – Y este caso me resulta emocionante –

- A-Cheng esto será peligroso – le advirtió Jiang Fengmian – Déjanos el trabajo a tu madre y a mí –

- No lo haré – esta era la primera vez que lo desafiaba de tal forma – Es mi trabajo, es lo que hago. No dejaré este caso –

Ni él ni su padre dijeron nada más por unos momentos, ambos sorprendidos de aquellas últimas palabras. Jiang Fengmian había sido muy duro y estricto con su hijo, había casos que le permitía y otros que no. Sus castigos eran más disciplinarios que los de Yanli y Wuxian. Jiang Fengmian, el primer Sandu, había criado a Jiang Cheng para que fuera obediente, inteligente, crítico y audaz.

Pero Jiang Cheng lo había desobedecido por primera vez. Y Jiang Fengmian sabía que nada lo haría cambiar de opinión.

- Será un caso difícil – le dijo – Tendrás que atenerte a las consecuencias –

- No te preocupes por eso – sus palabras sonaban arrogantes, pero él no se detuvo – Ya he aprendido que el trabajo tiene resultados no tan agradables – indirectamente llevó su mano a uno de sus costados.

- De acuerdo. Tu madre y yo llegaremos pronto – y colgó.

Jiang Wanyin suspiró, no era la reacción que esperaba de su padre. No lo entendía. Jiang Yanli había acabado con una red de trata de personas, liberando a más de 500 niñas y niños de las manos de pedófilos, terminó con una herida de bala en el hombro. Wei Wuxian logró capturar al jefe de una red de traficantes de órganos, lo que le costó una herida profunda y grave en el pecho.

Ambos fueron felicitados por ello, por intentar lo imposible. Y lograrlo.

Pero él, él había intentado terminar con un psicópata que secuestraba niños y hacía trabajos con sus pieles, y lo logró, ganándose una extraña cicatriz en el costado. Jiang Cheng estaba feliz, pues había acabado con la vida de un monstruo como ese, pero sus padres solo lo castigaron por aquella "imprudencia".

Jamás lo había comprendido. Pero eso ya estaba en el pasado.

Escuchó unos pasos detrás de él. Se había alejado lo suficiente, llegando a un pequeño balcón. Y, al parecer, Nie Huaisang lo había encontrado.

- Jiang Cheng, aquí estás –

¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬

- A-Yao, deberías salir de esta investigación – Xichen volvía a estar al lado de su esposo, mientras sostenía su mano como si fuera lo más delicado del mundo – Creo que se pondrá aún más peligroso, podríamos poner a tu familia en peligro –

Estaban ellos dos en la habitación. Wei Ying y Lan Zhan habían salido para continuar con las investigaciones, en la espera de noticias sobre la salud de Lan Qiren.

- Xichen – con su mano libre tomó el rostro de su esposo – Cuando me casé contigo prometí estar en las buenas y en las malas. Estamos juntos en esto no olvides – Huan solo asintió, aun se sentía temeroso al respecto. Ver como el auto había terminado, había sangre ahí, de su tío, su esposo y dos de sus mejores compañeros.

Nadie había muerto, pero eso no significaba que los Wen no harían algo parecido después.

Una doctora entró en la habitación. Su cara estaba seria, una señal de malas noticias.

- Buenas tardes – les dijo a los únicos hombresen la habitación – Traigo noticias de Lan Qiren. Las heridas en la cabezafueron un poco graves, hemos decidido mantenerlo en un coma inducido – 

En tonos grises (ChengSang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora