Extra 1. A-Li, A-Xian, él es Jiang Cheng

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Dos pequeños de cuatro años estaban asustados, la noche había estado tan tormentosa que se metieron juntos debajo de la cama de la niña.

Ahora la lluvia era más tranquila, pero golpeaba las ventanas y los niños no dejaban de pensar en su mamá.

Mamá Ziyuan había desaparecido por dos días, los niños no habían visto a su madre por dos días. Su papá les había explicado que irían al hospital, al parecer la bolita que cargaba mamá la estaba molestando.

- Hermana, quiero que papá Fengmian regresé con mamá Ziyuan – el pequeño A-Xian de cuatro años recién les había llamado mamá y papá.

- Yo también, A-Xian, pero debemos esperar un poco más – dijo la niña, mientras servía cereal de dinosaurios en su plato – Los abuelos dijeron que regresarían pronto – el pequeño solo pudo asentir con un puchero.

Los señores Jiang habían partido al hospital hace dos días, y solo cinco minutos después los abuelos Jiang llegaron a la casa.

- ¿Crees que fueron por nuestro hermanito? – preguntó Wei Wuxian – Papá dijo que pronto tendríamos un hermanito, quizás fueron por él –

- ¡Tienes razón! –

En ese momento las puertas de la casa se abrieron, Jiang Fengmian entró junto con una canasta, repleta de cobijas para que su interior no se mojara. Después entró su esposa, quien ya no llevaba aquella bolita que los niños recordaban.

Sus padres los vieron, y con una sonrisa, se acercaron a sus dos hijos.

- A-Li, A-Xian acérquense un poco – ambos se acercaron en silencio, la curiosidad en sus ojos se desbordaba al querer saber que había dentro de esa "canasta". Fengmian puso la "canasta" en el suelo, con extremo cuidado, y quitó poco a poco todas las mantas que cubrían lo que se resguardaba dentro – Él es Jiang Cheng – el pequeño bebé tenía su puñito en la boca, mientras fruncía ligeramente sus cejas – Es su hermano menor –

Los dos pares de ojitos miraron con curiosidad el bebé, su piel era muy clara y parecía que si la tocaban sería muy suave.

Aquel bello momento se interrumpió cuando un relámpago cruzó el cielo y el estruendo despertó al bebé, quien enseguida liberó un llanto estridente.

A-Li y A-Xian se enojaron con los cielos por hacer que su hermanito llorara.

Ziyuan se acercó de inmediato con los niños, pues ella había ido a su recamara para descansar. Pero al llegar a la sala vio que el llanto ya había sido calmado. Sus hijos mayores habían tomado cada uno una manita de su nuevo bebé, mientras que con la otra acariciaban su cabecita.

Y no pudo suprimir una sonrisa. Aquellos tres habían encajado a la perfección desde el primer momento.

Los ahora hermanos mayores juraron desde ese instante proteger a su hermanito de todo.

En tonos grises (ChengSang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora