Extra 4. Sorpresa para papá

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- Muy bien, A-Yi – Jin Guangyao apareció en la habitación de su hijo – Papá se ha ido, así que tenemos mucho tiempo para preparar la sorpresa – el pequeño Lan Jingyi se quitó todas las mantas que llevaba. Había luchado porque su padre Xichen lo creyera dormido, para que no viera su emoción desbordante.

- Sí, vamos papá – se levantó de la cama y, Guangyao observó, ya traía puesta su ropa – Tenemos mucho que hacer –

El Jin sonrió, la actitud de su niño hacía que todos los días fueran una aventura, tenía mucha imaginación, mucha energía... le era muy difícil seguirle el paso en algunas ocasiones.

- Primero a desayunar y luego hacemos todo lo que tenemos que hacer –

- Pero papá... -

- A-Yi, si no desayunas no tendrás fuerza para hacer todo lo que tienes que hacer en el día –

- Bueno... -

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- ¿Podemos llevar este? –

- Ponlo en el carrito –

- También algo de helado –

- Muy bien –

- Una piñata... papá tiene que quebrar una piñata –

- Una piñata, entonces –

- Y dulces, papá – dijo Jingyi, metiendo tantas bolsas pudiera con sus brazos cortos – Una piñata lleva dulces –

- Elije los mejores, bebé – el Jin se limitaba a llevar el carrito de compras.

Recordaba los cumpleaños de su esposo. Usualmente le preparaba una cena con su vino y comida favorita, después le daba uno de esos masajes especiales... que incluía una especie de baile con ropas... exóticas y luego una larga noche donde cumplía cada capricho de su esposo.

Lan Xichen nunca se cansaba y no tenía límites.

Pero ahora tenían a Jingyi. Y al pequeño le encantaba festejar mucho, obviamente el festejo sería diferente a partir de ese día...

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- Papá, yo quiero decorar los pastelitos. ¿Puedo hacerlo? –

- Sí, solo espera un poco más, no quiero que te quemes – Guangyao había horneado pastelitos y un pastel grande. Había preparado mucha comida, eso le gustaba de tener un pequeño en casa. Podría hacer comida con formas y colores llamativos, no la siempre sobria y simplemente presentable comida que preparaba cuando estaba solo con Xichen.

También podía prepara postres, a A-Yi le encantaban los postres y la comida un poco picante, también disfrutaba mucho de la comida ácida.

Se había dado cuenta de que tanto postre había hecho que Xichen subiera un poco de peso... pensó en decírselo o en disminuir la frecuencia de los postres.

Pero los pantalones de su Lan se le veían mejor, así que no hizo nada. Si el Lan se daba cuenta, entonces le daría su opinión.

- Papá, estás tirando el relleno de fresas – la voz del pequeño Jingyi, así como sus risas, le sacaron de esos pensamientos suyos – Papá, el pastel se quedará sin fresas –

- Ah, lo siento A-Yi – Jin Guangyao se limpió la crema con fresas de los pantalones, mientras su hijo se reía – A-Yi, no te burles de papá, papá se pondrá triste –

- No, no, no – el pequeño se acercó a él, tendiéndole un trapo – Está bien, papá, a veces pasan accidentes –

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Cuando Lan Xichen llegó a su casa se sentía como un idiota. Había olvidado su propio cumpleaños. Recuerda que se despertó y su esposo lo beso y lo abrazó, el solo acarició su cabello con suavidad y se disculpó, se levantó y de inmediato se metió a bañar.

Cuando llegó a la oficina sus compañeros lo miraban de una forma extraña... llegó a pensar que era porque sus pantalones comenzaban a verse algo ajustados... probablemente se encogieron en la secadora.

No fue hasta casi su hora de salida que se acercaron a felicitarle, ahí se sintió como un idiota.

- Algún día, Xichen – se decía a sí mismo, sin percatarse de las luces apagadas y las risitas nerviosas de su hijo – olvidarás tu propio nombre y... -

- SORPRESA, MI AMOR –

- SORPRESA, PAPÁ –

Las luces se encendieron de golpe, revelando una mesa llena de dulces y comida deliciosa, sus platillos favoritos, había decoraciones en la sala y su esposo y su hijo llevaban camisetas a juego.

"Mi papá es el mejor del mundo" se leía en la camiseta de Jingyi y "felicidades al mejor papá" en la de Guangyao. Sonriendo y fue corriendo hacia su familia, levantando a su hijo en brazos y atrayendo hacia sí a su esposo.

- Es la mejor sorpresa de cumpleaños del mundo – les dijo, besando a cada uno en la mejilla - ¿Hicieron todo esto ustedes solos? –

- ¡Sí, nosotros solos! – exclamó Jingyi, luchando por bajarse de sus brazos, para después llevarlo de la mano hasta la mesa - ¿No es muy genial todo? –

- Lo es, muchas gracias – Xichen se sentía tan emotivo, incluso podría llegar a llorar, pero las lágrimas no eran una opción cuando Lan Jingyi estaba con ellos.

El pequeño Jingyi tomó a su padre y lo hizo comer de todo. Helado con chocolate, dulces y caramelos ácidos, comidas muy picantes...

Lan Xichen sabía que ese cumpleaños era el primero de muchos que vendrían después con su pequeña gran familia.

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Si leyeron el cultivatober en mi perfil, sabrán que Lan Xichen papá de Jingyi es mi adoración jajajajaja.

Jingyi agarró mucha confianza con sus dos papás. Los quiere mucho y siempre se esfuerza para hacerlos sentir felices. Le gusta pasar tiempo en el pequeño jardín de su papá Yao y le encanta practicar artes marciales con su papá Xichen.


En tonos grises (ChengSang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora