Extra 2. El rey aquí soy yo

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Las cosas eran sencillas para él. Su condena de cinco años era justa y necesaria. Mingjue había sido bastante claro. Tráfico de drogas y órganos, cómplice de asesinato, secuestro y violencia... Xue Yang no era un angelito. Pero Xichen y Mingjue eran buenos amigos, y una condena lo más justa posible fue lo que obtuvo.

- Todos aquí no tienen contacto con el exterior – decía Yang por el teléfono – Solo unos pocos, pero según tu información no tienen nada que ver con Wen Ruohan –

- ¿Qué me dices de Wen Chao y Wen Zhuliu? – Mingjue siempre le llamaba, todos los lunes sin falta - ¿Han hecho algo adentro? –

- Han intentado sobornar a algunos por aquí, pero hice lo que me has pedido –

- Dame más detalles –

- Ya conté todo lo que pasó afuera. La muerte de ese idiota y de su hijo mayor, Chao intentó convencerlos de que aún tenían poder y dinero... Zhuliu ha estado cuidándolo – Mingjue podía escuchar casi a la perfección la sonrisa burlona de Xue – ese es otro nivel de perro leal –

- Tus amigos están bien –

- ¿Cómo está Xiao Xingchen? –

- Se ve feliz, a veces se preocupa demasiado por ti y me pide que te ayude a salir de ahí –

- Le has dicho que no, ¿verdad? –

- Naturalmente –

- ¿A-Qin? ¿Cómo está ella? –

- Eligió trabajar conmigo y... -

- Si te atreves a tratarla como prostitu... -

- No me hables así, recuerda que yo soy el jefe, no tú – Xue Yang tuvo que quedarse callado – Ella pinta para los clientes, ayuda a maquillar a mis otras trabajadoras –

- Ella no debe vender su cuerpo –

- Ella hará lo que ella quiera, si a mí me conviene –

Xue Yang entendía que Xiao Qin se haría el camino que quisiera por el mundo, pero estar en ese negocio... codeándose con los mismos hombres y mujeres que él... le daba miedo... miedo en verdad.

- Tienes que entender que nunca haría nada como lo hacía Ruohan. ¿Por qué eres tan necio al respecto? –

- Porque hombres como tú, con poder y dinero, son los que compran almas y las destruyen – Mingjue no supo responder a eso – Te digo la próxima semana los avances aquí, creo que hay varios seguidores de Ruohan en las celdas aisladas – y colgó.

Xue Yang podía lidiar con el encierro. De cualquier forma, estaba conviviendo con hombres que eran como él, y eso no le preocupaba en absoluto. Pero tenía miedo del exterior, allí donde Xiao Qin y Xiao Xingchen tenían que vérselas con el mundo.

¡Por los burdeles de Mingjue! Incluso se preocupaba por ese Song Lan...

Se consolaba pensando que el Nie los mantendría bien económicamente... esperaba regresar pronto con ellos.

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- Oye... hey tú... policía... - el guardia que estaba a unos metros de Xue Yang no le respondía - ¡Idiota! – el hombre al fin volteó a verlo, entre ofendido y contrariado – ya sabes cómo es esto, no seas imbécil y tráeme chocolates de la máquina –

El hombre, podría incluso ser de su edad, se le quedó viendo, esperando algo. Xue Yang se dio cuenta y se echó a reír.

- No tengo dinero, soy un preso ¿lo olvidas? – el hombre solo suspiró y caminó a la máquina de dulces. Tomó su cartera y sacó un billete. Pidió los únicos chocolates que estaban allí. Se los dio, viendo como el chico sonreía cínicamente.

- ¿Cómo le hiciste? – le preguntó a Xue Yang.

- ¿Qué cosa? –

- Codearte con alguien que puede controlar la prisión –

- Ah, eso... secuestre a varias personas – aquella confesión lo tomó desprevenido, así que solo asintió con la cabeza – Esa persona te protege incluso aquí adentro ¿no? –

- Lo hace, decir que me protege es raro... me apoya – el preso abrió la barra de chocolate y comenzó a comerla – Digamos que él me ayuda y yo le ayudo, es un trato –

- ¿Estás aquí por voluntad propia? –

- ¿Eres idiota? – Yang comenzó a reír, haciendo que el oficial se ruborizara - ¿Quién va a la cárcel porque quiere? –

- Pues... tienes muchos lujos aquí... -

Xue Yang miró su propia celda... si es que se le podía llamar así. Tenía una mesa, algo más que los demás prisioneros. Allí tenía varios materiales de arte, Mingjue había logrado que Xue Yang terminara la universidad... a distancia... desde prisión.

También tenía una mini consola y un pequeño abanico. Xiao Xingchen le había llevado dulces y, gracias a las influencias de su nuevo jefe, había logrado que le dejaran llevarlos a su celda.

También tenía bebidas dulces y ropas frescas... obviamente no parecía que estuviera en prisión.

- Mira, te diré mi secreto – le hizo una seña de que se acercara, el policía miró a los lados y avanzó hacia Xue Yang – Le vendí mi alma al diablo –

- ¿Qué? –

- Así como lo escuchas – y es que Nie Mingjue si era una especie de diablo... uno muy poderoso.

- No te creo –

- No lo hagas, solo te platico lo que he hecho –

El joven policía se alejó de él, mientras seguía pensando en lo que acababa de decirle aquel desquiciado... "¿sería eso verdad?" se preguntó. Xue Yang se fue al rincón de su celda para que no le viera reír.

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- Mira, las cosas son así – Xue Yang tenía al pobre chico arrinconado en la pared – Cuando tú salgas de aquí la gente va a odiarte, violaste a esas chicas y las grabaste, eso es ser imbécil – era uno de los que había sobrevivido a la masacre de Ruohan – Si te metes en peleas conmigo, entonces estarás aun peor. Mejor dame lo que quiero y no pelearemos... ¿te parece? –

- ¿En serio harás esto solo por una estupidez? – el chico no tenía la valentía que alguna vez tuvo, cuando el dinero de sus padres le había protegido - ¿O es porque te robé en una ocasión? –

- Eso es aún peor – Xue Yang comenzó a reírse – Tienes tanto dinero de mamá y papá... ¿y fuiste a quitarme el poco dinero que me había ganado?... no sé si eres un imbécil o un idiota –

- Toma – le dio lo que Yang buscaba – Terminarás por convertirte en alguien como yo –

- No seas tonto, yo sé a quién le robo y por qué lo hago –

Se alejó del lugar con el paquete de dulces en el bolsillo. Sabía que, si se los pedía a Mingjue, éste se encargaría de darle tantos dulces como quisiera, pero la sensación de regresarle un poco la falta que alguien le había hecho se sentía mucho mejor.

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Hay una persona que sabe cuanto odio a Xue Yang, chingasatumadrenuevededos, pero decidí darle una oportunidad en el fic. Sigue siendo malo, pero no tanto como para ser posesivo con sus pocos amigos, aun así sigue siendo un poco tóxico.

El chico eventualmente saldrá de prisión y conseguirá un empleo, ayudará a la escenificación de obras de teatro y películas de terror.

No le he pensado un romance... dependerá de los extras... espero que me salga lo que quiero hacer jajajajajaja.


En tonos grises (ChengSang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora