Amenaza. Primera parte

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Lan Qiren decidió irse en un auto aparte de Xichen, mientras su sobrino iría directo al laboratorio para comenzar a analizar todas las pruebas, él llegaría personalmente a darle las noticias a la familia.

Iría acompañado de Jin Guangyao, para poder observar los comportamientos de la familia.

- Tío – le llamó Guangyao – Wei Ying entrará a la universidad de los desaparecidos como maestro en el área de artes –

- ¿Por qué? –

- Decidimos que será bueno mantener un par de ojos y oídos dentro del lugar – le explicó con una sonrisa – Solo pocas personas conocen de su relación con la familia Lan, será bueno para la investigación –

- Mn, de acuerdo –

La tensión en aquel auto era oscura, tensa y ácida. El señor Lan no visitaba a las familias de las víctimas, pues no tenía tanto tacto como algunos de sus subordinados. Pero esta vez aprovecharía para interrogar a los padres.

En el auto iban dos personas más aparte de ellos. El hombre formaba parte del departamento de balística, y la mujer pertenecía al laboratorio.

Iban en el auto para buscar algo en la habitación de la chica, aunque ésta ya había sido verificada por la policía del estado.

El silencio total los hizo sentirse incómodos, pero había algo más. Lan Qiren sentía que estaban siendo observados.

Sin esperarlo, una ráfaga de balas atacó el auto, que estaba parcialmente blindado. El hombre que iba manejando perdió el control, estrellándose contra el muro de un establecimiento.

Jin Guangyao era el único que estaba aún consciente. Sentía una parte de su cabeza entumecida y una de sus piernas no respondía. Volteó y vio a Lan Qiren, sangrando por la nariz y un costado de la frente.

Las dos personas que iban en la parte de enfrente del auto estaban recargadas en el tablero, pero no lograba identificar si estaban respirando.

Sentía que su cabeza pesaba cada vez más, mientras comenzaba a ver borroso. Hasta que escuchó unas voces a lo lejos.

- No creo que estén muertos... -

- Solo los asustamos para... no se supone... que matarlos –

- Si el viejo... tendremos más tiempo... tenemos que apurarnos –

Finalmente, alguien se acercó al auto, y entonces, reconoció la voz.

Era Wen Zhuliu. Todo se tornó negro.

¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬

En uno de los autos de Jiang Cheng se encontraba él y Nie Huaisang, iban de camino a la casa Jiang para enlazar las evidencias y resultados con las anteriores. Después el teléfono de Huaisang sonó.

- Es Wen Qing – dijo, antes de contestar – Dime, señorita Wen, está Jiang Cheng conmigo –

- Huaisang no hay que perder el tiempo – su voz estaba agitada – Wen Ruohan va a mandar a sus hombres por la familia de Lan Qiren tienen que avisarles –

- Yo les llamo - Jiang Cheng estacionó el auto y marcó el número de Wei Ying.

- Huaisang, en el celular dejé una advertencia para los Lan – estaba desesperada, además sonaba como si estuviera corriendo – Pero creo que fue muy tarde, mi tío ya llamó a sus hombres y ...-

- ¿Jiang Cheng – era Wei Wuxian, quien al fin había tomado la llamada - ¿Qué ocurre, todo bien? –

- No, Wei Wuxian, escúchame, dile a la familia Lan que se cuide, van por Lan Qiren y los jades... -

- Jiang Cheng, ¿Quiénes son? – ahora estaba gritando – El señor Lan está en el hospital, junto con Jin Guangyao –

- Vamos para allá – antes de que Wei Ying pudiera hacerle más preguntas colgó, después encendió de nuevo el auto y cambió de rumbo - ¿Qué pasó, Wen Qing? –

- Ruohan sabe que han descubierto algo importante, pero no sé a qué se refiera con eso, mandó a alguien por la prueba que encontraron –

- No te preocupes Qing – calmó Huaisang – Gracias por avisarnos –

Jiang Cheng - Wen Qing, ¿quién puso el teléfono en el baño? –

- Fue mi hermano, Wen Ning –

En tonos grises (ChengSang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora