Hilos, recuerdos y descubrimientos. Primera parte

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Recuerdos de los Jiang.

Era curioso observar como todo se había vuelto más hermoso. Su boda trajo muchas posibilidades, tanto de negocios como de alianzas. Aun así, las ignoraron y continuaron con sus vidas. No podían salir mucho tiempo, sus hijos eran su prioridad ahora, en especial el pequeño Cheng que necesitaba más cuidados de lo normal.

Los pequeños Yanli y Wuxian estaban entusiasmados con su pequeño hermano. Podían verlo por minutos largos y se reían de solo escucharlo balbucear y tratar de tomarlos con sus manos. También solían leerle cuentos y contarle historias. Eran unos niños bastante unidos.

Esa noche en particular se quedaron con sus abuelos, sus padres debían ir a una reunión o fiesta extraña con los Wen, una familia que se había hecho con algo de fama en los últimos meses. De fama y poder.

No era mentira que los Wen invitaban a extrañas reuniones con la intención de crear negocios y mejorar sus relaciones. Y Jiang Fengmian sabía que si no asistían se harían malos entendidos con Wen Ruohan. Él y Yu Ziyuan, con quien estaba casado, se habían puesto de acuerdo en no hacer ningún trato con el Wen, tan solo mantener las cortesías y fingir que se llevaban bien. Y eso era lo que pretendían hacer esa noche.

La fiesta sería en un hotel fuera del país, en una isla cercana. Habían preparado lo necesario para pasar ahí unos tres días. El día de la llegada, la fiesta y un día de descanso, solo para pretender que no huían de tan cruel familia.

La recepción al hotel era muy extraña. Los meseros que les atendían tenían los rostros cubiertos, y solo llevaban poca ropa, solo para cubrir lo necesario. Yu Ziyuan notó que las manos de esas personas estaban temblando, como si tuviesen miedo.

En el salón había mesas en todos lados, en ellas había comida, bebida, dulces y juguetes. Las personas, notaron los Jiang, se acercaban con los juguetes y participan con las personas que se encontraban sobre la mesa. Los juguetes tenían escondidas pequeñas navajas y alfileres, también juguetes de aspecto erótico. No era difícil de adivinar que esas personas, quienes estaban en el centro de las mesas estaban en contra de su voluntad.

- Sonríe, Fengmian – le susurró Yu – Tienes tres hijos como para mandar todo a la mierda por defender a estos chicos –

Jiang Fengmian obedeció, mientras cambiaba su expresión detrás del antifaz. Se acercaron a la mesa, solo para tomar un par de bebidas y fingir que se interactuaba en la fiesta.

- Pensé que esos rumores eran mentira – le susurró a su esposa – Parece que Ruohan siempre busca la manera de amenazar indirectamente –

- Estamos lejos de su alcance – respondió Ziyuan tomando de la bebida – Sabe que se metería con dos familias peligrosas si nos hace algo –

Las luces se apagaron. Entonces apareció Wen Ruohan, el anfitrión de tan macabro encuentro, en el frente del salón.

- Es bueno ver aquí rostros tan conocidos – dijo en voz alta – Amigos y aliados que conocemos y apoyamos nuestros negocios. Porque entre nosotros debemos protegernos de aquellos que no se pueden dar el lujo que nosotros sí – comenzó a caminar entre las mesas e invitados – Porque, aunque seamos demasiado modestos para admitirlo, somos mejores. Somos superiores. Somos los que estamos en la cima de la cadena alimenticia –

Jiang Fengmian prestó atención a los invitados. Así como él había algunos que estaban nerviosos, disgustados ante la imagen de la esclavitud de esas personas y asqueados por el comentario tan clasista y ostentoso de aquel hombre.

- Nosotros somos los únicos que podemos mantener a raya a aquellos que están inconformes con la autoridad, aquellos que no entienden que tenemos más privilegios por nacer de la forma en que lo hemos hecho –

En tonos grises (ChengSang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora