Investigación. Segunda parte

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Wen Qing era sobrina de Wen Ruohan, debido a que sus padres habían muerto recientemente ella y su hermano menor tenían que vivir con su tío. La chica solo tenía diecisiete años, pero gracias a su gran intelecto ya había cursado la universidad. Ahora trabajaba como médico forense en la policía.

- Nie Huaisang, accedí a responder tus preguntas – reclamó enojada – pero no significa que puedes exponerme con tus amigos –

- Señorita Wen, no se moleste – Huaisang la invitó a sentarse – Mi amigo, Jiang Cheng, es una persona de total confianza. No le dirá a nadie que ayudaste con la investigación –

Ella miró a uno y luego al otro. Dudaba de la promesa del Agitador. Pero no tenía otra opción. Si quería ayudar a esos chicos y sacar a su hermano de este asunto debía arriesgarse.

- De acuerdo, pero si menciones a alguien mi nombre o el de mi hermano voy a matarte – le dijo a Wanyin.

- No diré nada, lo prometo – Cheng no se inmutó con esa amenaza, más bien se vio reflejado en esa chica. Le recordaba a él cuando era más pequeño.

- Muy bien, Qing – continuó Huaisang - ¿Cuáles son las pruebas que mencionaste en el mensaje? –

- La autopsia de la chica fue alterada – sacó de su mochila una carpeta, la cual tenía dentro fotos del cuerpo de la primera víctima encontrada – Mencionan tortura y violación, pero en el expediente entregado borraron algunos de mis apuntes –

Jiang estaba asombrado, la chica aún no era mayor de edad y ya tenía un puesto de medicina en el estado. Aunque no era nada anormal considerando que los Wen tienen contactos con algunas entidades de investigación de crímenes.

Wen Qing procedió – Cuando examiné el cuerpo me di cuenta que todos los órganos estaban ahí, ninguno faltaba. Pero estaban incompletos –

- ¿Cómo incompletos? – preguntó Jiang Cheng, acercándose a la joven.

- Tenía ambos pulmones, pero les faltaba una parte. El corazón estaba ahí, pero le faltaba una cámara. Al hígado le habían cortado un poco menos de la mitad... -

- ¿Cortado? Eso significa que el asesino o tuvo el tiempo suficiente para hacer eso en la casa o –

- O lo hizo cuando aún estaba en su poder y después la desmembró cuando llevo el cuerpo a su recámara – interrumpió Cheng a Huaisang. Wen Qing asintió.

- En el reporte oficial la hora de la muerte fue registrada dos horas antes de que la encontraran. Pero es mentira, yo misma confirmé que ella ya había muerto hace más de quince horas –

Los tres permanecieron en silencio, comunicándose con miradas.

- Señorita Wen – le llamó Sandu - ¿Estas dispuesta a ayudarnos con esta investigación? –

Qing lo pensó. Si lo hacía liberaría a su hermano de las trampas que su tío podría ponerle, además tendría una posibilidad (mínima) de llevárselo lejos de Ruohan.

- Lo haré – aseguró – Pero no espiaré a mi tío, ni buscaré la forma de encontrar información de sus negocios –

- No te preocupes, pequeña Wen – dijo Huaisang, mientras la chica lo miraba mal por el apodo – Tú solo sacarás información desde tu trabajo. No es nuestra intención ponerte a ti o a tu hermano en peligro –

Así los tres hicieron un pacto silencioso.

Jiang Cheng mostraba un inusual interés en ese caso. Sentía que esa investigación reavivaría aquello que lo hacía sentirse vivo.

Wen Qing estaba dispuesta a todo por proteger a su hermano. Haría cualquier cosa por alejarlo de las perversas acciones de Wen Ruohan.

Y Nie Huaisang, por primera vez en su vida,estaba formando parte activamente de algo. Por primera vez sentía la adrenalinacorrer por sus venas.

En tonos grises (ChengSang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora