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Rue y Katniss han formado una solida alianza, se que mi tributo piensa lo mismo que yo, si solo quedan pocos... preferimos que Rue pueda ganar los juegos. Mi mentor y yo vigilamos el monitor en donde esta Peeta, las horas pasan y lo único que podemos hacer por el es rezar para que pueda resistir un poco más.

-Aquel hombre dijo que harían algo- suspiro frustrada mientras reviso por enésima vez el precio de la medicina para Peeta, parece que elevaron el precio a propósito.

-Aunque pudiéramos mandarle la medicina, Peeta ha estado inconsciente por horas Amelia- dice Haymitch mientras me da unas palmadas en el hombro- tal vez sea hora de que nos preparemos para...

-No- lo corto al instante, no puedo imaginar a James despidiéndose de su mejor amigo.

Puede ser increíble escuchar a jóvenes de otros Distritos hablar sobre sus vidas, cuando estuve en los juegos, los chicos de los distritos más ricos solían disfrutar mis caras de asombro cuando me contaban que comían más de una vez al día. Ahora, Katniss puede ver que la vida de Rue es igual de injusta que el resto de Panem, donde los distritos más pobres hacen de todo para vivir unos inviernos más.

Pasa la noche cuando Haymitch y yo suspiramos de alivio al ver que Peeta ha sobrevivido. Solo quedan 10. Al amanecer vemos a Katniss y Rue actuar muy extraño, sus ojos se delatan, tienen un plan. Rue le cuenta a la castaña sobre los sinsajos y toman una corta melodía de cuatro notas como señal, las aves no tardan en imitar la canción por que resuena en todo el campo.

Cuando Katniss se acerca a la Cornucopia, vemos que los profesionales han montado toda las provisiones en una pirámide, están los dos chicos del distrito 2, el joven del distrito 1 y otro chico delgado.

-Distrito 3- dice Haymitch.- si lo tienen como aliado es por una buena razón. Los profesionales se giran y señalan el humo a una distancia prudente de su campamento, es ahí donde el resto de Panem empieza a entender el plan de Katniss y Rue. Una tributo se adelanta antes de que Kat avance y lleve a cabo su plan, la miro desconcertada y casi puedo escuchar la voz de Caesar Flickerman diciéndole al publico que hay algo extraño en ese campo de provisiones.

-Claro, el chico del tres ha reactivado las bombas que hay debajo de cada plataforma- Haymitch me explica rápidamente. A lo lejos la segunda fogata de Rue se hace presente y sabemos que Katniss debe de darse prisa.

La castaña da unos pasos hacia el frente y falla dos veces al saco de manzanas que esta colgando en la pirámide, sabe que tiene poco tiempo para hacer explotar las provisiones. Un fuerte estruendo se escucha por toda la arena a los pocos segundos.

Katniss empieza a tambalearse y parece desorientada, aquella explosión debió de haber afectado su audición, por que un pequeño hilo de sangre sale de uno de sus oídos. Al menos ocurre otra noche donde mi mentor y yo estamos aliviados de que nuestros tributos estén vivos.

Es al amanecer donde Katniss comienza a correr hacia Rue, que esta atrapada en una red. Katniss consigue liberarla cuando la niña grita en otra dirección, todo sucede muy rápido y lo único que mi cerebro es capaz de procesar es que hay una flecha clavada en el pecho del chico del Distrito 1.

Contengo el aliento y un sollozo escaba de mi boca al ver que el chico del 1 ha logrado herir mortalmente a Rue. Katniss la recuesta y comienza a cantarle una canción. El país esta en silencio mientras vemos como la niña suelta un ultimo suspiro. Katniss la rodea de flores que ha encontrado cerca del lugar, pone un pequeño ramo entre sus manos y después de llorar su muerte, su semblante cambia.

Reconozco esos ojos, son los mismos que yo tuve cuando mi compañero del distrito 12 murió. Ahora ella sabe mejor que nadie lo que el Capitolio hace.

-¿Crees que tenga alguna repercusión esto?- pregunta Haymitch al ver como Katniss lleva sus tres dedos centrales de su mano izquierda a sus labios y después señala la cámara. Me limito a abrazar a Haymitch, las lagrimas salen de mis ojos y en voz baja le digo.

-Haymitch, el Distrito 12 tiene a sus vencedores más rebeldes, es obvio que habrá consecuencias-

El asiente lentamente mientras nos separamos, pero no dejo de temblar el resto de la hora.

El veneno de Snow recorre cada gota de mi sangre...

''Si usted me falla otra vez Señorita Allen, esta vez serán sus seres queridos los que paguen el precio''.

Si Katniss gana los juegos, tendré que proteger a mi hermano a como de lugar.

-Estamos cerca, ¿lo sabes no?- le digo a mi mentor a la mañana siguiente, me ofrece un café que acepto con gusto, tal vez son nuestros últimos días con una siesta mayor a tres horas.

-Se acerca el banquete y me gustaría decirle a Katniss que no debe de ir- sin embargo no puedo contestarle, por que la voz de Claudius Templesmith resuena por todo Panem, mis ojos se iluminan al ver que aquel hombre pudo influir en el juicio de Seneca Crane.

Los dos tributos del mismo distrito se declararan vencedores si son los últimos supervivientes.

Mis ojos viajan al monitor de Peeta, apenas esta consciente y se que su cuerpo hace todo lo posible por resistir aquella herida.

''por favor resiste un poco más'' pienso con preocupación. El grito de Katniss me sobresalta y se que los del Capitolio estarán más que felices al ver como los trágicos amantes del Distrito 12 estarán juntos de nuevo.

Katniss reacciona y comienza a buscarlo al amanecer, llega a una parte desconocida de la arena donde hay un pequeño arrollo. Parece seguir los rastros de sangre, llama en voz baja para no llamar a atención a otros tributos y algo la sobresalta.

Haymitch y yo apretamos nuestras manos al ver a Peeta, tiene un camuflaje perfectamente hecho, ella como puede trata de ayudarlo y examina su herida, tengo miedo de que Peeta no pueda soportarlo más.

Pero cuando Peeta se da cuenta que solo le hemos mandado regalos a Katniss, no puedo evitar salir al baño y llorar. ¿Cómo pude dejar a Peeta sin nada? Pude haber hecho más por él, tal vez si hubiera conseguido más dinero el tendría la suficiente fuerza ahora para ganar junto con Katniss. Puedo pensar en James y en lo decepcionado que debe de estar de mí, mi cabeza empieza a dar vueltas y lo único que pienso es en una manera de demostrarle a Peeta que yo no me he olvidado de él.

Las cosas no mejoran cuando entro en donde esta mi mentor y se percata de mi aspecto. Debo de preocuparlo mucho, por que pide un té y unas gotas para dormir. No pongo objeción y me permito tomarlas.

Peeta y Katniss necesitan a su mentora fuerte, no a una desesperada mujer que no esta mentalmente estable.

-Tranquila Amelia, se que podremos hacer algo-

Mis ojos se cierran y lo único que veo a partir de ese momento es a Rue charlar con Peeta Mellark, con sangre brotando de todas partes de sus cuerpos, y a lo lejos escucho los gritos de James.

Se que puedo tratar de despertar pero mi cuerpo no me lo permite, estoy paralizada. 

AMELIA | THGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora