FINAL.
Su padre despertó en el momento donde Fred abrió sus ojos.
Tardaron varios meses en estabilizar a Finnick y más en darle la noticia.
Llegó a las puertas de nuestro hogar justo antes de que nuestro hijo cumpliera los seis meses. Lloramos mucho ese día. Y fue la primera vez en que dormimos como una familia.
Nos costaba mucho procesar las cosas, todo parecía tan irreal. Nuestras charlas por horas y también todas las noches en las que pasábamos despiertos con tal de ver a nuestro hijo dormir.
Tan tranquilo y pacífico, a pesar de haber nacido en una tormenta. Finnick amaba ser padre, yo amaba a mi familia. A veces Fred recorría las delgadas líneas de nuestras cicatrices visibles, muchas veces no dormíamos mientras pensábamos en cómo le explicaríamos todo.
Poco a poco nos acostumbrábamos a nuestra vida.
—¿Viste eso Amelia? ¡A Fred le encanta la arena!— hacíamos picnics en el mar, con nuestra familia cercana.
James y Delly estaban en una relación, juntos abrieron una escuela para los niños del Distrito 12 y por las tardes mi hermano iba con Peeta Mellark para ayudarle en la panadería.
Regresamos a mi hogar el día de la boda de Katniss y Peeta, cuando Fred tenía dos años.
—Este es el hogar de mamá, ¿ves todo ese bosque?— Nos recibieron tan cálidamente como el pan recién horneado.
Peeta y James adoraban jugar con mi bebé aunque quien terminaba cuidándolo era su abuelo Haymitch, mientras Finnick y yo caminábamos por la pradera.
Me causaba escalofríos pensar en que nuestros hijos caminarían por la pradera ajenos a tanto sufrimiento.
—¿Estaremos bien, verdad Finnick?— el toma mi rostro y se acerca.
—Este es el inicio de nuestra historia Amelia, te aseguro que mi hijo entenderá cada parte de nuestro pasado. Estamos juntos en esto—
Un año más tarde, en la boda de mi hermano James, mi padre finalmente conoce a mi hijo. Parece ser que ha terminado sus estudios en enfermería y regresaría al 12 a supervisar la fábrica que han hecho.
Pasamos una temporada en el Distrito 12, donde Fred y Finnick adoran jugar en la nieve con Katniss y Peeta, también mi hija Darya nace en mi hogar, ella es una copia exacta a mí, a diferencia de Fred, ella tiene mis ojos. Los mismos ojos que continúan un legado que poco a poco todos quieren olvidar.
A algunos nos cuesta más trabajo que a otros.
El único familiar, Tigris Snow , ha retomado su carrera de modista y ahora tiene aprendices y activistas que le ayudan a cambiar todo en el Capitolio, donde una sabía presidenta Paylor dirige la nación mejor que nadie.
Johanna Mason a veces nos visita y disfruta mucho tallar figuras de madera para nuestros hijos.
Ryan y Annie tienen un precioso bebé pelirrojo que ahora juega con mi hija. Ryan no tiene planes de irse del distrito 4.
Tenemos una familia.
Hay días en donde Fred me ve llorar, pues recuerdo lo mucho que he perdido y sufrido.
A veces Finnick necesita salir al mar y calmar cierto dolor que viejas heridas y recuerdos le causan, a él no le gusta que nuestros hijos nos vean así.
Katniss y Peeta tendrán un bebé, para este tiempo mis hijos ya entiende muchas cosas. Nos han informado que dentro de poco, en la escuela darán la clase relacionada a la rebelión.
En donde sus padres participaron hasta el final.
Al principio el pánico me invade. Mis hijos son curiosos y observadores, así que un día los llevamos de paseo en bote. Su padre toma mi mano y las junta con las de ellos.
—Su madre y yo, tenemos mucho de que hablar con ustedes. Nuestra historia formará parte de sus vidas y de la vida de sus hijos...— yo abro el baúl que hemos traído, ahí reposa el tridente y mi espada, los artefactos más caros de la historia de los juegos. Paylor ha hecho replicas que se exhibirán en los memoriales de Panem.
Poco a poco les contamos a nuestros hijos la historia de nuestras vidas, las cosechas, los juegos, a nuestros amigos que se han ido para siempre la rebelión y las secuelas de la guerra. Pasan mucho tiempo en silencio, sus miradas cambian constantemente, del miedo a la angustia y finalmente nos comprenden. Nos abrazan un buen rato y nos permiten llorar y ser vulnerables ante ellos.
Cuando terminamos nuestra historia, entienden el peso que cargamos en nuestros hombros. Entienden que su apellido será reconocido por mucha gente y entienden que a pesar de compartir ADN, los Snow ya no existen.
Dejamos jugando a nuestros hijos con Ryan y Annie, Finnick y yo regresamos al mar.
—¿Estás lista mi vida?—
—¿A tu lado? Sabes que sí— contamos en silencio hasta tres, a lo lejos vemos como la espada y el tridente se hunden en el mar, donde tal vez algún día alguien las encuentre y se pregunte por las armas.
Pero ahora tenemos mucha historia que continuar.
Finnick me besa y a pesar de que ya tenemos nuestros años, sigo viéndolo como la primera vez. Sus ojos verde mar y su sonrisa, me recuerdan lo afortunada que he sido por llegar hasta este punto. Ahora solo somos el y yo. Nuestro amor prevaleció, a pesar de todo. Este es nuestro final feliz.
Regresamos para la cena a tiempo, todos son felices y están reunidos en una fogata a la orilla del mar. El mundo parece detenerse y sé que Finnick piensa lo mismo que yo. Sonríe abiertamente y sus rizos hacen que mi hija quiera peinarlo, el por su puesto se deja.
Cuando el mar encuentra el bosque, nada más importa.
Cuando el mar encuentra el bosque, solo hay paz.
Cuando el mar encuentra el bosque, Amelia y Finnick regresan a su hogar.
Amelia tiene su gran final.
FIN.
Feliz final de novela.
Espero que hayan disfrutado mucho este viaje como yo.
Siempre he sido fan de los Juegos de Hambre y me emociona mucho lo que está por venir en el universo de Suzanne Collins!
Me siento muy agradecida y sigo sin creer que tantas personas han apoyado esta novela desde el primer día. Desde el primer capítulo.
Hoy me toca cerrar esta novela y despedirme de este personaje que lucho tanto, aprendí mucho de ella y Amelia ha sido un gran episodio que he disfrutado en crear y desarrollar.
Por cierto, obviamente jamás perdonaría la muerte de Finnick así que no me permitiría quedarme con una sola versión. Agradezco tanto a los Fanfics que me dan la posibilidad de creer que puede existir nuestra propia versión.
Yo estoy totalmente consciente que no soy experta en escribir, deben de saber que reconozco completamente errores de redacción y ortografía y pido disculpas por ello. Aún así espero que mis ideas hayan sido recibidas tal y como mi cabeza lo imaginaba.
No me queda nada más que decir, salvo volver a agradecerte por llegar al final y por estar aquí en cada capítulo de esta fic.
Aún no sé si seguiré en esta cuenta con algún otro fic o si algún día publicaré mis escritos en otra cuenta más.
Muchos abrazos y muchas gracias por todo!
Brielle Alena
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AMELIA | THG
FanfictionAmelia Allen es la vencedora favorita del Capitolio. El Carbón que se convirtió en Diamante. Pero el Distrito 12, su hogar, todos la juzgan, le temen y la odian. ¿Su error? Ser vencedora de los Juegos. Ahora en los 74 Juegos del Hambre, debe de hac...