5.
A la mañana siguiente, Beete nos da indicaciones de que podemos hacer si algo sucede en el distrito 8, James ha prometido que le informará a Finnick sobre ese viaje que haré junto con Katniss y que se va a mantener informado de todo.
Boggs nos guía hasta el ascensor que nos llevará a la División Aerotransportada donde todo un escuadrón nos espera en el lugar. Justo antes de que las puertas se cierren, veo a Finnick dirigirse a máxima velocidad hasta nosotros.
Solo lleva pantuflas y su camisón del hospital. Su cabello está despeinado y es muy obvia la desesperación que se refleja en su rostro. Por más que me hubiera gustado que me acompañase, sé que mis suplicas no serían escuchadas.
—¡Amelia! ¡no me dejan ir! ¡Les dije que podía quedarme desde el aerodeslizador, pero no quieren!—Tomo su rostro con cuidado y me aseguro de que preste atención a mis palabras.
—Finnick, la mamá de Katniss ha dicho que en un par de horas los doctores podrán dejarte regresar a nuestra habitación, no voy a tardar mucho allá afuera...—
—pero...—lo tengo que interrumpir rápidamente.
—Voy a estar bien, además Beete me ha dicho que ha hecho un tridente para ti en el área de Armamento Especial, dijo que puedes ir cuando quieras...—Boggs presiona un botón que hace que el elevador también vaya hacia la zona de armamento.
—¿Qué hace? —pregunta Finnick cada vez más interesado en el tridente, a este punto nuestra conversación se torna de lo más común entre ambos, no hemos perdido esa extraña habilidad de hacer que algo tan simple como la comida se convierta en el tema más interesante para los dos.
—Si mi arco y flechas son increíbles, estoy segura de que tu tridente también te va a encantar—le sonrió a Katniss en agradecimiento cuando Finnick me pide describir su arma, le había dicho que no estaba segura sobre las mejoras, pero la castaña pudo hacer que su ilusión aumentara.
—Será mejor que baje entonces...— se fija en el elevador que casi se dirige al piso en donde esta Beete, pero yo me percato de algo más.
—Cariño...— mi vista viaja a su camisón y la mira extrañada mi gesto—tienes que buscar pantalones...
Parace que finalmente se percata de su vestimenta, pero luego sonríe. Por supuesto que conozco aquella sonrisa. Se quita su camisón y queda en ropa interior.
—¿Por qué...?¿Es que esto...te distrae?—Incluso su tono de voz cambia, el pone sus manos en mi cintura y me atrae hasta que sus labios rozan los míos. Boggs tiene que apartar la mirada incomodo, incluso Katniss quien se sonroja un poco. Aunque no lo admita, hasta ella cree que Finnick es demasiado atractivo.
—no tienes que preguntarlo para conocer mi respuesta...— rápidamente caigo en cuenta que no estamos solos. Por lo que me giro directamente con Boggs y Katniss—Perdón.
No dicen nada. Las puertas se abren dando a entender que hemos llegado a nuestro piso.
—Regresa...— me da un último beso antes de salir.
—Siempre— hace mucho que no escuchaba esa frase.
''Regresa'' comenzó cuando teníamos diecisiete después de conocernos ''oficialmente''. No es fácil a una fiesta donde te obligan a ir a esa edad. Aquella vez todos los adultos se emborracharon hasta que mandaron a agentes de la paz por nosotros. Él tomó mi mano antes de despedirme.
''Regresa'' me dijo aquella vez, sé que se refería a la fiesta del mes siguiente, pero siempre le prometí que lo haría. Desde entonces la hemos usado en varias situaciones de nuestra vida juntos.
ESTÁS LEYENDO
AMELIA | THG
أدب الهواةAmelia Allen es la vencedora favorita del Capitolio. El Carbón que se convirtió en Diamante. Pero el Distrito 12, su hogar, todos la juzgan, le temen y la odian. ¿Su error? Ser vencedora de los Juegos. Ahora en los 74 Juegos del Hambre, debe de hac...