AMELIA | THG

22.

22.

Mi mente se divide en cuatro escenarios:

1. La incertidumbre sobre el paradero de Finnick.

2. Confiar en que mi esposo estuviera con vida.

3. Mi hermano esta encarcelado y posiblemente torturado.

4. Confiar en que Katniss estuviera lo suficientemente cuerda para que me ayudara con Coin.

''Un paso a la vez'' me repito mientras Haymitch me guía hacia la ubicación de la castaña.

Esta en una habitación que esta cerca de la oficina presidencial, Effie y ella nos dan la espalda cuando Haymitch se aclara la garganta.

Sus ojos parecen reflejar una chispa de alegría al encontrarse con los míos, es cuando rápidamente se humedecen y termina encontrándose con mis brazos. Ambas temblamos y lloramos por minutos, Effie también limpia sus lagrimas mientras me da un beso en la frente y se aleja con Haymitch.

Finalmente estamos solas.

—Creí que era mi culpa, creí que también te había matado— murmura varias veces un ''perdóname''.

—Somos familia Katniss, era mi deber que todos estuvieran a salvo— limpio sus lagrimas con las mangas de mi suéter, examino con atención su rostro, detrás de la máscara que se ha puesto para protegerse solo existe una niña cansada, llena de rabia y tristeza. —Katniss yo...

Pero no me deja expresar mis condolencias, se limita a abrazarme otra vez mientras apoya su cabeza en mis piernas. Las cicatrices de la guerra no cerrarán nunca para ninguno de nosotros. De pronto parece recordar algo porque se incorpora.

—¿Tu bebé?¿Finnick?— pregunta asustada.

—Mi bebé esta bien, pero parece ser que estaré un buen tiempo en esta silla. Estoy en alto riesgo. — mi mirada se desvía hacia la ventana. — No se que ha sucedido con mi esposo. James ha sido detenido y Coin parece tramar algo... Estoy cansada Katniss, a veces solo me preparo para lo peor.

Ella no dice nada, asiente mientras toma mi mano.

—Tuve una charla con Snow... — su semblante cambia, camina hacia el sillón de la habitación. — Hace poco me entere de algo...

—Eres su nieta. — su voz se apaga con esto último.— Tigris nos lo dijo cuando creímos que habías muerto...

—¿A quiénes? — pregunto intrigada. Recuerdo vagamente a la estilista, un día dejo de ir a los eventos de los juegos del hambre y todo el mundo pareció olvidarla, pero ella siempre me mostró apoyo y Lily seguía promocionando su marca a pesar de todo.

—A Peeta, James y a mí. Nadie más lo sabe— Por instinto observo a todos lados posibles de la habitación, tengo miedo de que ella lo sepa.

—Ni siquiera Coin...— suelto un suspiro de alivio y cuando Katniss me cuestiona, rápidamente le cuento toda mi charla con Snow. Su cabeza procesa la información, pero parece tan cegada por la rabia que se niega a creer.

—Estas creyéndole a Snow. ¿De verdad crees que Coin use a Finnick para que tú la apoyes? — parece ser que la mirada que le lanzó es suficiente para completar mi opinión.

—Lo que queda de mi familia es lo único que me importa ahora. Panem es libre, el pueblo debe de decidir qué hacer con el, no dejárselo a alguien que se está dejando nuestros sacrificios de lado y abrirse paso a la cima—

—Estamos hablando de Snow...— estoy segura que se está controlando mucho para no gritarme. — el mató a Prim, te hizo daño, torturó a Peeta y casi te mata.