10.
—Abran las puertas— al otro lado del muro podíamos observar a Peeta Mellark con cintas abrochadas en la camilla. Los doctores nos habían dicho que hoy podría recibir visitas y estudiarían su reacción, pero no me dijeron que usarían a mi hermano como parte de su examen.
—¿James, de verdad eres tú? — había un tono familiar en su voz. Peeta aún estaba débil y de bajo peso, pero hacía el esfuerzo por incorporarse.
—También vivo aquí, pero no en un cuarto así— intentó bromear cómo sólo ellos podían hacerlo, pero, aunque Peeta se mostró más consternado. — Al parecer el 13 es real. Ellos nos ayudaron a rescatarte.
Las puertas a nuestras espaldas se abren, veo de reojo a Haymitch y Finnick, este último trata de decirme algo pero yo prefiero concentrarme en James y Peeta.
He preferido no conversar mucho con Finnick este tiempo, al principio escuchaba atentamente cada una de sus palabras referentes a Annie y la evolución que ha tenido en la enfermería. Después cuando le asignaron una habitación cercana a la mía le ayudé a instalarse y acoplarse, pero ya no tenemos tiempo para nosotros, ni nuestros planes. Sé que él quiere hablar del porque estoy tan distante, porque sabe que hay molestia incluso en mis gestos, pero creo que después de todo lo que he vivido, tengo el derecho de estarlo. Por una vez quiero permitirme esto.
No odio a Annie ni a Finnick por ello, en este momento es lo más cercano a un ''hogar'' que pueden tener entre ellos, al menos yo aún tengo a mi padre y hermanos, pero aún así esperaba que pronto la palabra hogar fuera algo nuevo entre Finnick Odair y yo.
James y Peeta intercambian palabras tan rápidamente y eso parece ser buena señal para todos nosotros. Incluso ríen un poco al recordar aquella vez que hicieron una guerra de lodo cuando tenían 7.
—¿Porqué nadie de mi familia ha venido a verme? — James guarda silencio y mira con cautela el cristal que nos oculta de Peeta. La mirada del rubio se pierde. Katniss coloca su mano a través del cristal. —Hubo un ataque al 12.¿Mi familia?
—Estábamos evacuando lo más rápido que podíamos, había muchos heridos. Mi mamá decidió ir a la zona de comercios y fue a la panadería, por tus padres...—James desvía la mirada de su amigo y niega lentamente. —No lo lograron, lo lamento Peeta... tus hermanos, tus padres... mi mamá.
No puedo imaginar la cabeza de Peeta en ese momento. Buscaba respuestas que mi hermano no podía darle, el rubio contenía las lagrimas y Katniss se apoyaba en mi hombro. La arropé como si de mi hermana se tratase.
El semblante de Peeta cambió de un momento a otro, sus ojos se posaron en el cristal, cómo si supiera que estuviéramos ahí.
—Fue Katniss...—había algo de veneno en su voz, su voz se elevó más. —Fue por su culpa...
—No Peeta...—
—No debes de creerle, es una mentirosa...—Su mirada perdida y alterada comenzaba a asustarnos.
—Peeta, debes de calmarte, te he dicho algo muy duro... lo lamento—mi hermano trataba de acercarse lentamente, pero la expresión de Peeta lo decía todo.
—Te ha enviado aquí ¿no es así? —gira bruscamente y mi hermano retrocede un paso. — No confíes en ella... no... ¡Es un monstruo!
—Peeta— pero James no podía articular palabra alguna.
—¡Es un monstruo, es un muto!—Peeta se daba golpes así mismo. Las piernas de Katniss temblaban y yo trataba de que no cayera al suelo. — ¡El Capitolio la ha creado para destruirnos y Amelia...!
—¿Amelia?—Preguntó James inquieto.—¿Peeta que hay de Amelia?
Pero mi amigo cerro los ojos y se negaba a mirar a mi hermano. Negaba una y otra vez, había lágrimas cayendo en sus mejillas.
ESTÁS LEYENDO
AMELIA | THG
FanfictionAmelia Allen es la vencedora favorita del Capitolio. El Carbón que se convirtió en Diamante. Pero el Distrito 12, su hogar, todos la juzgan, le temen y la odian. ¿Su error? Ser vencedora de los Juegos. Ahora en los 74 Juegos del Hambre, debe de hac...