AMELIA | THG

13.

Advertencia. Contenido Sensible, leer bajo propia responsabilidad. Si eres sensible a este tema, o crees que puede llegar a ser muy fuerte, por favor saltar este capítulo.

13.

La luz del techo parece molestarme, mis brazos duelen y mis ojos tardan mucho en acoplarse a la luz. Hay un espejo enorme frente a mí y veo un fino hilo de sangre recorriendo mi frente. Todo parece dar vueltas y hay un sonido irritante. No puedo moverme.

Y de pronto una puerta se abre, todo es silencio.

—Creí que habíamos hecho un trato Señorita Allen— mi respiración comienza a fallar y trato de evitar aquellos ojos de serpiente. El espejo se convierte en cristal y ahí está él.

—Tal trato si existe...— finalmente tomo el valor suficiente para ver a aquel monstruo. Snow esboza una sonrisa siniestra. — Sé que ya no lo volveré a ver.

—También acordamos no mentirnos...— la silla en donde estoy encadenada se mueve hasta quedar cara a cara con el presidente. —¿Qué opina sobre los diseños de sus estilistas?

—Siempre he sido admiradora de su trabajo—miento. Sé que planea algo, y aunque esté temiendo por la vida de toda la gente que quiero, sé que es la única manera de que estén a salvo. —Sus diseños han sido perfectos.

—Entonces supongo que querrá escucharlos hablar de ellos en persona— la sala en donde esta Snow parece oscura y el desaparece al instante. Después hay otra sala y es ahí donde veo a Cinna... y a Lily.

Están de rodillas y aunque sus manos no están atadas, ya he visto gotas de sangre en el suelo. Las cadenas parecen desactivarse por lo que no pierdo tiempo y comienzo a dar golpes al cristal, los ojos de Lily se encuentran con los míos y niega lentamente.

Casi puedo escucharla decir ''Conocía el riesgo''

—Te hemos dicho una y otra vez que solo buscábamos nuevas ideas— no me he cansado de golpear y aunque se que no pueden escucharme, de vez en cuando sus ojos viajan a los míos.

Hay charcos de sangre provocados por los agentes de la paz, Cinna ya no puede incorporarse y Lily esta en un rincón, su maquillaje ha desaparecido y los hematomas se forman en su rostro.

Pasan las horas y hay cambios de agentes, todos con un mismo objetivo. Escucho los gritos de Lily y Cinna... aviento la silla y las cadenas, pero dicho cristal no parece querer fracturarse. Es justo lo opuesto a mi mente. Mi garganta arde y se que ya no tengo fuerza para alzar la voz, mi mano esta pegada a la dirección de Lily.

En el siguiente cambio de guardia, las puertas dejan entrar el sereno de la noche fría. Donde Cinna emite quejidos a causa de las fracturas en su cuerpo y Lily apenas puede moverse. Philiph y Sarah, mi equipo de preparación son arrodillados frente a mí, al otro lado del cristal.

—Amy...— pero Philiph no puede terminar, una bala atraviesa su rostro. Sarah comienza a gritar del shock y mi cabeza ahora da vueltas.

No se cuanto tiempo más torturan a Sarah, el cuerpo de Philiph sigue en el mismo lugar y ahora la sangre parece colarse al lugar en donde estoy, lo único que escucho es la voz apagada de Lily, ya casi no tiene fuerzas para articular palabras.

—Lía solo es una niña, no le ha hecho daño a nadie— No Lily, te he hecho daño a ti, a Cinna, a Philiph y a Sarah, a mis padres, a James. A Panem.

Algo parece proyectarse en la pared y sé que son los juegos, escucho a Finnick gritar. ¿Qué sucede?

Doy muchas vueltas a la habitación, me tropiezo y en un ataque vuelvo a lanzar la silla, termino en el suelo sin éxito y ahora mis prendas se han teñido de color escarlata. En las horas siguientes Sarah es electrocutada, la tercera vez que la intentan interrogar, su corazón ya no responde.