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A paso acelerado, James me lleva por la enfermería improvisada en el edificio de los vencedores. Buscamos en todo el lugar hasta que un compañero de mi hermano accede a llevarnos a nuestro destino. Todo Panem es un caos, lo último que sabemos es que han encerrado a Katniss.

Finalmente me dejan entrar a un cuarto improvisado.

Han tenido que cortar su cabello.

Me desmorono una vez más en sus manos mientras mi hermano tiene que recordarme una y otra vez que esto puede hacerme mal.

—Creí que te había perdido— con ayuda de James me siento en la camilla donde tienen a Finnick. Poco a poco llevo sus manos a mi vientre. — Tendremos un bebé.

No sé si Finnick puede escucharme, los doctores me han dicho que debido a todo lo ocurrido, los golpes, las heridas y su estado lo han tenido que sedar por tiempo indefinido.

Esta en trance, justo como en mis sueños.

Tiene tubos conectados y por lo que han comentado, es un milagro que esté con vida. Según sus estudios y valoraciones, tiene una horrible herida que casualmente conecta con una que yo tengo por un costado.

No sabemos el tiempo que tardara en recuperarse y me han informado que han conseguido permiso en mantenerlo en un hospital del Capitolio, pero que yo no puedo estar con el. Aún así, me recuerdan que siempre debo de estar preparada para lo peor.

Las visitas son muy cortas, por lo que después de explicarme la situación me han sugerido irme del lugar.

Nos regresan a la mansión presidencial donde las personas que formaban parte del grupo de Coin tienen a varios vencedores cautivos, como Peeta, Katniss o yo.

Haymitch dice que están debatiéndose si en tacharme de traidora al igual que Katniss, la principal excusa es que todo haya sido plan de Snow para yo heredar su puesto. Siguen revisando las palabras de mi discurso.

—Parece ser que podrás regresar al distrito 12— dice Plutarch mientras James cena en la cama junto a mí.

—No quiero estar en el 12—

—Amelia ese es nuestro hogar... — dice James mientras me pasa el medicamento.

—Mi esposo y yo queremos que nuestro hijo crezca en el mar— Plutarch asiente, parece que prefiere dejar de lado las malas noticias. — dile a aquellos que quieran tomar decisiones sobre nuestras vidas que no planeamos quedarnos con el poder, ya dimos todo por su causa.

—De hecho, la mayor razón de su conflicto interno es que parece ser que el pueblo te está tomando en consideración para liderar Panem, eso no vendría nada mal para lo que requerimos— lo freno antes de que insinué algo más.

—No. Snow dijo que si no hubiese pasado la rebelión, eventualmente me buscaría para heredar su legado, su poder... no es mi intención seguir sus pasos, Panem merece algo mejor y yo no quiero cumplir la última voluntad de ese hombre—

—Sería diferente...— mi mirada hace que no siga con su persuasión. — bueno, qué hacer con el resto de su familia sigue siendo algo de lo cual se sigue pensando.

— Tiene nietos que cargaran con el legado y crímenes que ellos aún no pueden entender, ¿cómo crees que se sentirán cuando lo hagan? —

— ¿Qué sugieres? —

— Les daré una carta, explicare todo ahí, con el tiempo entenderán todo. llévalos a otro distrito, dales un hogar un nuevo apellido. Si son sensatos, lo van a valorar.

— Dalo por hecho. — agacha la mirada, sé que quiere darme más información.

— ¿Hay otra cosa más?—

AMELIA | THGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora